Rajoy se siente candidato «favorito» por el «triunfo» en las autonómicas

Harto de sentirse presionado por distintos sectores externos a su partido, el presidente del PP se desahogó ayer con su grupo parlamentario en el Congreso donde avisó que no se dejará condicionar por nadie a la hora de confeccionar las listas electorales en las que sólo incluirá a quienes le convengan para ganar. Frente a los sondeos publicados recientemente, que le atribuyen un escasísimo apoyo de los votantes populares, Mariano Rajoy exhibió su aval electoral y explicó que concurre a las generales como favorito gracias a su triunfo en las municipales de mayo. Rajoy intentó frenar en seco todo movimiento interno o externo destinado a influir en su campaña electoral para los comicios de marzo de 2008. En la reunión del plenario de su grupo parlamentario - según informaron fuentes de los asistentes-, admitió que la confección de las listas no es tarea fácil pero fue tajante al asegurar que ahora no toca abrir ese melón, que sólo calará cuando se hayan convocado formalmente los comicios, a finales de diciembre. Recordó que así lo hizo en la convocatoria de las municipales y autonómicas. «Y no nos fue mal», concluyó. Llegado el momento, adelantó que hará «lo que más le convenga al partido y a su presidente». Con esta proclama personalísima reivindicó su derecho a disponer de manos libres para apostar como considere más oportuno cuando se juegue su futuro político en las urnas. «Acepto sugerencias pero no presiones», dijo. Sin cadáveres en el armario El líder de los «populares» aludió a la travesía del desierto que ha soportado en esta legislatura en que le tocó gestionar la derrota y liderar un partido en la oposición sin permitir que la crisis interna destruyera sus posibilidades electorales. Aludió a las fuertes críticas y exigencias que se le han planteado desde distintos sectores, algunos allegados al PP y otros más cercanos a sus adversarios, y proclamó que logró superar el trámite sin crearse enemigos ni dejar cuentas pendientes que pagar. «Llevo tres años aguantando presiones pero no tengo ningún muerto en el armario», confesó a sus parlamentarios ante los que se mostró convencido de que la victoria está al alcance de su mano. Para lograr el triunfo en marzo de 2008, Rajoy se declaró dispuesto a preservar la independencia de su partido frente a quienes pretenden manejarlo a su antojo a la medida de sus intereses particulares, políticos, mediáticos o empresariales. «Podrán decir que somos incapaces», concedió, «pero nosotros podemos conseguir que el Gobierno de Zapatero sea el primero (en España) que sólo aguante una legislatura», añadió. Éste es el mensaje que el líder del PP intenta insuflar en el ánimo de sus colaboradores para que no se sientan desmoralizados por las últimas encuestas, que sitúan al PSOE como seguro ganador.