La portavoz vasca reconoce que el referéndum para la autodeterminación no está fechado España y Francia buscan otros dos etarras del aparato de explosivos de Cahors

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, asumió ayer la dificultad que tiene el Ejecutivo de Vitoria para fijar la fecha de celebración de la consulta a los ciudadanos sobre el futuro jurídico y político de Euskadi en relación a España. Azkarate reconoció que el acuerdo de los socios del tripartito vasco PNV, EA y EB para convocar un referéndum sin exclusiones y en ausencia de violencia se adoptó en una situación muy diferente a la actual, en la que tras el fin del alto el fuego de ETA «tenemos violencia, también tenemos exclusión». Pese a asumir que «difícilmente» se puede avanzar «cuándo» tendrá lugar la consulta, la portavoz del Gobierno vasco insistió, en declaraciones a la radio pública vasca Euskadi Irratia , en que el referéndum será un hecho porque «no podemos admitir» esta situación. Asimismo, insitió en que «no podemos caer en la desesperanza, en el agujero negro de que aquí no hay nada que hacer, no podemos admitir que siga con esta actitud y no le podemos dejar a ETA, de ninguna manera, que condicione y al fin y al cabo decida nuestro futuro político». Los servicios antiterroristas españoles y franceses buscan a otros dos supuestos integrantes del comando de ETA encargado de cometer atentados espectaculares con explosivos cuyo «núcleo duro» fue desmantelado el sábado en Cahors, localidad al sur de Francia. Las indagaciones previas y posteriores al golpe del sábado han permitido la identificación de dos miembros huidos de la estructura operativa considerada columna vertebral de ETA por las autoridades españolas. La base logística -taller de explosivos y de material didáctico entre otros cometidos- permaneció sometida durante un tiempo a vigilancia por los servicios de información galos en una investigación conjunta con sus homólogos de la Guardia Civil. El espionaje se mantuvo con la secreta esperanza de que apareciera por la guarida algún alto dirigente de ETA, en particular Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», presunto jefe del aparato militar, aunque finalmente fueron detenidos el lugarteniente de «Txeroki» junto a otros tres miembros destacados de la banda terrorista ETA.