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Un tercio de contratos para cuidado a los mayores es todavía economía sumergida

Los centros de día para mayores empiezan a imponerse como otra alternativa a la atención familiar

Publicado por
A. Núñez - león
León

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Se calcula por lo bajo que todavía hoy casi un tercio de los empleos que genera la atención a la tercera edad se mueve en la llamada economía sumergida, sin ningún tipo de controles. Las residencias están perfectamente censadas con sus plantillas, lo mismo que los centros de día, de los cuales se han creado recientemente trece en León capital y 32 más en áreas surales o semiurbanas de la provincia. El número de usuarios atendidos en estos últimos es, según estadísticas de la patronal del sector, de algo más de 1.200, que aterrizan en ellos por horas dejados por la familia mientras los hijos trabajan. Su coste oscila en torno a los 500 euros por persona, aunque las tarifas varían en función de los cuidados que se den, horario de atención, comidas o no, etcétera. En gran parte de ellos la única diferencia con las residencias es que no hay que pagar la cama, tal vez el coste más barato. De entre los centros de día de la capital destacan dos, dedicados exclusivamente a enfermos de alzheimer, una de las dependencias con mayor y más complicada demanda en cuidados. Profesionales Las empresas del sector creen que en otros segmentos de esta actividad, como la atención domiciliaria, la economía sumergida ocupa todavía un tercio del negocio, amparado en simples cuidadores «para todo» y las más de las veces de origen inmigrante y sin Seguridad Social. También otro tercio de los trabajadores legalizados en el sector son inmigrantes, y casi en el cien por cien de los casos mujeres, pero las empresas procuran darles al menos nociones básicas de formación, como geriatría, nutrición, movilidad, limpieza personal, enfermería elemental, etcétera, con cursos que suelen ser de una veintena de horas, pero que también en algunos casos llegan hasta las cuatrocientas, lo cual supone varios meses de preparación. Según las mismas fuentes, «el usuario demanda cada vez más profesionalidad, aunque los cuidados básicos sean los mismos: aseo personal, limpieza de la casa y hacer o comprar la comida, pero el tema es más complejo con enfermedades como el alzheimer, y la atención a domicilio es el servicio más caro y personalizado de todos con diferencia: cada persona necesita un cuidador en exclusiva al lado, ya sea por horas o todo el tiempo». No hay estadísticas sobre la atención domiciliaria, precisamente por lo elevado de los puestos sin contrato. «Los legales pueden ser en la provincia de León aproximadamente 1.500, la mayoría de ellos por horas, en bloques de tres o cuatro y con unas tarifas mensuales de entre 230 y 300 euros. De los demás es imposible saber nada, porque, aunque nosotros calculemos que sean un tercio, no le constan a nadie. La única estadística global que hay es que en la autonomía un 4,13% de la población recibe este tipo de ayuda de forma legal». La media es ligeramente superior a la del resto de España, que apenas varía en unas pocas décinas, lo que tampoco es ningún consuelo, al menos para los más veteranos de la población que esperan una plaza de internado sin vuelta a casa.