«La Junta prefiere concertar ahora con la inciativa privada»

El crecimiento de residencias de la tercera edad ha desbordado en los últimos años, tanto en demanda como en oferta, todo tipo de previsiones oficiales, especialmente en las autonomías con mayor envejecimiento poblacional. En la de Castilla y León, por ejemplo, hay censados ahora un total de 551 centros de este tipo, de los cuales 130 figuran oficialmente como públicos, 134 como privados y 287 como «sin ánimo de lucro», estos últimos regentados mayoritariamente por organizaciones religiosas, aunque para cuadrar sus cuentas tengan que recurrir a las arcas municipales o de la Diputación. La mayor demanda corre ya a cargo de las instituciones públicas, que subvencionan pensiones extremadamente bajas, en especial en las zonas rurales, dejando a los residentes apenas una cuarta parte de lo que cobran: para gastos personales les quedan, de media y con suerte, 120 euros, el equivalente a 20.000 de las viejas pesetas. La Junta, que antaño se propuso un gran proyecto de residencias públicas, ha renunciado a él en favor de conciertos con las empresas privadas, calculando que su coste le va a salir más barato que cargar con una abultada nónima de funcionarios. Al margen de las que ya gestiona directamente otro 10% de las plazas de residencias para la tercera edad están ya concertadas: en total 1937 para el conjunto de la comunidad autónoma.