El Gobierno rechaza los referendos que propone Ibarretxe en Euskadi Una detallada «hoja de ruta»

El Gobierno respondió al anuncio del lendakari de que convocará en el 2008 un referéndum sobre el derecho de los vascos a decidir su futuro con un mensaje claro y tajante: la Constitución y las leyes regulan quién, cómo y cuándo convocar las consultas, y el Gobierno hará que el ordenamiento se cumpla. José Luis Rodríguez Zapatero se mostró dispuesto a recibir Ibarretxe en La Moncloa para enterarse de su propuesta, pero le avisó de antemano de que «si no respeta la Constitución, no se va a hacer» su consulta. El presidente del Gobierno contestó impasible desde Rusia, donde se reunió con el presidente Vladimir Putin, al órdago del Ibarretxe. «Escucharé al lendakari' pero él también me va a escuchar a mí, y ya le anticipo que nada se va a hacer si no es con respeto a la Constitución, a las leyes y al Estado de Derecho», subrayó Rodríguez Zapatero, que no obstante añadió que «se puede plantear la propuesta que se desee». Sin aspavientos, sin perder la compostura dialéctica, y como si escenificaran un guión muy bien ensayado, los miembros del Gobierno utilizaron los mismos argumentos que su jefe para responder a la andanada del presidente vasco. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega señaló tras la reunión del Consejo de Ministros que «las reglas de juego están marcadas por la Constitución y la ley», que establecen «quién, cómo y cuándo» convocar referendos. Si Ibarretxe pretendiera burlar el ordenamiento, avisó, «caminaría hacia su segundo fracaso político», en referencia a la derrota que cosechó en el 2005 su plan al ser rechazado en el Congreso por una mayoría abrumadora. «Tres palabras: Constitución, Constitución y Constitución» y «diálogo sí, Constitución también», recalcó la número dos del Ejecutivo, quien al igual que Rodríguez Zapatero afirmó que «el Gobierno está dispuesto a entenderse con todo el mundo». En la misma línea, el responsable de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, aseguró sobre el referendo que «si no es constitucional, será inviable». Ningún miembro del Ejecutivo explicó qué harían las instituciones si esta vez Ibarretxe decidiese tirar por la calle de en medio y llevar a cabo su consulta al margen de la ley. De momento, fuentes del Ejecutivo se mostraron partidarias de «esperar y ver» qué plantea Ibarretxe cuando acuda a La Moncloa a hablar con el presidente del Gobierno. Ibarretxe cumplió su palabra y convocó no uno, sino dos referendos sobre las relaciones de Euskadi con españa: el primero el 25 de octubre del próximo año y el segundo, para el segundo semestre del 2010. En la primera consulta la sociedad vasca deberá pronunciarse sobre el hipotético acuerdo que quiere alcanzar con «el presidente del Gobierno español» para que el Estado rerspete «la voluntad de la sociedad vasca», y la segunda determinará el estatus jurídico del País Vasco en relación a España. Tras el primer plebiscito, el lendakari convocará con cinco meses de adelanto las elecciones autonómicas. El lendakari ofreció a Zapatero un pacto político para que España respete la voluntad de los vascos. La concreción de las propuestas causó estuopor en la mayoría de los diputados de Vitoria. El presidente del Gobierno vasco detalló su «hoja de ruta», de cuatro folios, para superar «el conflicto» vasco. -Oferta de pacto político al presidente del Gobierno español sobre el rechazo a la violencia y el respeto a la voluntad vasco. Plazo: hasta junio de 2008. -Pleno extraordinario del Parlamento vasco en junio del 2008 para autorizar la consulta popular y determinar la modalidad de la misma. Hay dos alternativas: refrendar el pacto con el Gobierno central o la variante «habilitadora» para mandatar a los partidos a que abran una negociación para lograr el final de la violencia y la solución del conflicto político. (Si la cámara no autoriza los referendos, convocatoria anticipada de comicios autonómicos). -Referéndum del 25 de octubre de 2008 sobre la modalidad decidida por la cámara de Vitoria. -Disolución del Parlamento autonómico y convocatoria de elecciones en Euskadi. -Negociación entre el Gobierno y ETA para alcanzar el fin definitivo de la violencia. Diálogo entre los partidos vascos para llegar a un acuerdo sobre el derecho de autodeterminación. -Referéndum «resolutivo» en el segundo semestre de 2010 para decidir el marco jurídico y político de Euskadi en relación a España. El lendakari anunció que pedirá hora en La Moncloa cuanto antes para trasladar «personalmente» este planteamiento a José Luis Rodríguez Zapatero. Si se fragua el acuerdo, dará «el segundo paso» y convocará en junio próximo un pleno extraordinario del Parlamento vasco para que autorice la consulta popular que ratifique el pacto. Pero si el presidente del Gobierno rechaza el compromiso, también habría un pleno en la cámara para que de luz verde a otra consulta, en este caso «habilitadora», a fin de que la sociedad vasca «nos traslade el mandato de abrir un doble proceso de diálogo y negociación que conduzca al final definitivo de la violencia, por un lado, y abordar la solución del conflicto político, por otro». Ante la hipótesis de que la cámara de Vitoria no autorice esos referendos, se comprometió a convocar elecciones anticipadas en otoño de 2008. Los partidos vascos, en paralelo, pondrán en marcha otra negociación para alcanzar un acuerdo sobre «el derecho a decidir» de los vascos y «las relaciones de territorialidad», es decir los vínculos entre Navarra y Euskadi. Ibarretxe puntualizó que en este diálogo no puede haber «vetos por parte de nadie» ni tampoco se puede exigir que «todos deben estar de acuerdo».