Diario de León

El presidente defendió en Rusia un ambicioso proyecto de Iberdrola

Zapatero evita enfrentarse a Putin para allanar los planes comerciales

El jefe del Ejecutvio renuncia a pedir al dignatario ruso que apoye una sanción de la ONU a Birmania

Rodríguez Zapatero y el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la rueda de prensa conjunta

Rodríguez Zapatero y el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la rueda de prensa conjunta

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P. de las Heras - sochi
León

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José Luis Rodríguez Zapatero eludió la confrontación con Vládimir Putin. El presidente del Gobierno viajó ayer a Sochi, una ciudad balneario del Mar Negro donde el presidente ruso tiene su residencia de verano, para tratar de dar un nuevo impulso a las lánguidas relaciones comerciales entre España y Rusia. Entre manos llevaba un ambicioso proyecto: una planta de licuefacción de gas a la que aspira Iberdrola. Y no quiso que las discrepancias sobre acontecimientos internacionales, como la represión de la junta militar de Birmania, lo echaran abajo. La visita, en realidad, sólo servirá para allanar el camino y engrasar las relaciones comerciales entre ambos países. Cinco horas apenas dan para más. Zapatero salió por la mañana de Madrid y regresó a última hora de la noche después de compartir con el dignatario ruso una fugaz merienda cena. En una rueda de prensa previa, Putin no dudó en defender su negativa a que la ONU sancione la actuación de la dictadura birmana. Resulta, a su juicio, «prematuro». Libertades El presidente del Gobierno español respondió en cambio con una fórmula ambigua. «Los regímenes que gozan del respeto y la confianza de un Gobierno como el que presido -dijo- son los que preservan las libertades democráticas; eso es lo que deseo para países como Birmania y para los que no los tienen al día de hoy». Rodríguez Zapatero, que pretende contribuir a mejorar las relaciones entre la Unión Europea y Rusia en uno de sus momentos más delicados, también echó mano de la máxima diplomacia al referirse a la petición de extradición del ex agente Alexander Lugovoi reclamada por las autoridades británicas que investigan el caso Litvnenko y reclamada también por otros líderes europeos como en su día Jacques Chirac y aún Angela Merkel. Caso conflictivo Putin aseguró que no existen pruebas fidedignas de la participación de Lugovoi en el crimen y subrayó que en el Reino Unido viven 20 ciudadanos rusos que, a su juicio, han cometido «crímenes graves» y que las autoridades británicas se han negado a extraditar. Además, destacó que las relaciones en materia de Seguridad y Justicia con el Gobierno de España son excelentes. El jefe del Ejecutivo español ratificó este extremo, aunque añadió que su deseo sería que esa colaboración se produzca con «todos» los Gobiernos de la Unión Europea. Zapatero defendió a las empresas españolas como «serias, competitivas, eficientes y solventes» y destacó su interés en sectores como las infraestructuras y la energía. Putin, que elogió «los fuertes vínculos de confianza» que unen a los dos países y elogió las relaciones políticas bilaterales, calificó de «insignificante» el volumen de inversión española en el mercado ruso y confió en que las empresas trabajen de forma conjunta «de manera más productiva».

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