Apresado en Francia un dirigente de Segi reclamado por España
El ex dirigente de Segi Asier Tapia Zulaika, huido desde el 2005 de la Justicia española, ha ingresado en la cárcel de Seysses (periferia de Toulousse) a la espera de que el Tribunal de Apelación de Pau examine el próximo martes una euro-orden de entrega a la Audiencia Nacional. El prófugo había sido detenido a primera hora de la mañana por agentes de la Brigada de Búsqueda e Intervención de Bayona que lo interceptaron cuando circulaba en coche entre las localidades vascofrancesas de Biriatou y Hendaya, muy cerca de la frontera española. El donostiarra Asier Tapia, que hacía vida pública según fuentes independentistas, fue arrestado en virtud de una orden europea de detención y entrega emitida por la Audiencia Nacional el 13 de septiembre bajo la acusación de terrorismo. El mandato es consecuencia de la orden de búsqueda e ingreso en prisión dictada el 7 de febrero del 2005 por el juez Alfonso Guevara, presidente del tribunal de la Audiencia Nacional que le debía juzgar a partir de ese día, y ante el que no se presentó. En libertad provisional El procesado, que estuvo siete meses en prisión preventiva, permanecía en libertad provisional bajo fianza de 30.000 euros desde el 9 de octubre de 2001 a pesar de que era objeto de una petición fiscal de 111 años y 10 meses de cárcel por integración en banda armada, daños e incendios terroristas. Esa solicitud de condena le convertía en el principal encausado del sumario instruido por el juez Baltasar Garzón contra las juventudes de la izquierda abertzale del que su caso fue segregado. La imputación obedece a las declaraciones realizadas por Tapia en una masiva rueda de prensa celebrada en un hotel donostiarra el 6 de marzo del 2001 al día siguiente de la detención de quince jóvenes de Haika. «Vamos a responder con todo nuestro enfado a los que quieren aniquilar y vender este pueblo y no les va a salir gratis», dijo flanqueado por el entonces portavoz de Batasuna -hoy preso- Arnaldo Otegi, que no tomó la palabra. Al día siguiente fue detenido en San Sebastián por orden del juez Garzón, que le consideró instigador de los disturbios acaecidos en distintas ciudades vasconavarras.