El Gobierno catalán pide la nulidad del juicio a Companys
«El Gobierno catalán, los partidos, el Parlamento autonómico y otras instituciones plantearon ayer la «posibilidad de declarar la nulidad» del juicio a Lluís Comapnys, el presidente de la Generalitat republicana que fue fusilado hace 67 años por las tropas franquistas en el castillo de Montjuïc de Barcelona. El anuncio lo hizo el consejero de Interior de la Generalitat y presidente de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, durante uno de los actos de homenaje a Companys que se sucedieron a lo largo del día en la Ciudad Condal. En la tradicional ofrenda floral ante la tumba de Companys, el presidente de la Generalitat, José Montilla, destacó la figura del ex mandatario catalán durante la II República, que «defendió a Cataluña y a sus instituciones con fidelidad a los principios de la democracia y la libertad». Montilla calificó su fusilamiento de «crimen execrable» movido por «el odio y el sectarismo» de los vencedores de la Guerra Civil, y pidió que el conjunto de las fuerzas políticas e institucionales hagan un gesto de «reconocimiento, homenaje y justicia» hacia el ex presidente de la Generalitat porque fue juzgado y ejecutado «sin ninguna garantía legal» por un consejo de guerra franquista. Pedir perdón El presidente del Parlamento de Cataluña, el republicano Ernest Benach, reclamó la anulación del juicio contra Companys y calificó de «lamentable» que nadie haya «pedido perdón» por su fusilamiento, lo que, a su juicio, es «una burla a la democracia y la libertad». En nombre del PSC, la ministra de Vivienda, Carme Chacón, pidió el «máximo consenso» para rehabilitar la figura de Companys e hizo una defensa del proyecto de ley de memoria histórica porque declarará «ilegítimos» los juicios del franquismo, y «España necesita» una media «así a favor de unas víctimas que lo han sido dos veces puesto que también han sido víctimas del olvido». Desde las filas de la oposición nacionalista, el líder de CiU, Artur Mas, exigió a la Generalitat que lidere el proceso «reparación moral» de la figura de Companys, y consideró que este caso es «simbólico».