La falta de lluvia obliga a los cultivadores a regar la remolacha en otoño para salvar la cosecha

No se aprecian cambios inminentes en el tiempo, según las previsiones meteorológicas (al menos hasta mediados de la próxima semana) y los cultivadores de remolacha han vuelto a las acequias para recuperar la práctica estival del riego. O eso, o asumir el riesgo alto de perder la mayor parte de la cosecha, a una alturas de campaña en lo que lo habitual era dedicarse a otras labores en el campo. «Y además en un proceso del cultivo que resulta clave para el desarrollo de la raíz y su riqueza en azúcar», subraya Matías Llorente, de la cooperativa Ucogal que representa a uno de los colectivos más importantes de remolacheros de la provincia leonesa. la práctica del riego resulta menos complicada para los regantes del sistema Porma y margen derecha del Esla (todos los nuevos regadíos dependientes de Riaño en la zona de los Oteros) que disponen en los canales principales de dos metros cúbicos de agua de caudal, concedido por la CHD para que haga de barrera en el avance de los topillos. El sistema de riego dependiente del Luna debe de hacer la solicitud a la CHD para la suelta especial de agua desde el pantano de cabecera para hacer frente a los riegos auxiliares en todo el Páramo, donde se concentra más de la mitad del cultivo remolachero de la provincia leonesa.