Las tarifas se han duplicado en menos de cinco años y siguen al alza

El gasóleo doméstico estaba el pasado mes de mayo a poco más de 60 céntimos de euro el litro y ahora se aproxima a 0,70, aunque eso no es nada comparado con hace pocos años: en septiembre del 2003 valía 0,39 y en el 2004 subió hasta 0,51 céntimos de euro, así que ahora se limita a seguir la tendencia naturalde una inflación que todavía no ha alcanzado techo. No obstante, el mercado con sus oscilaciones de oferta y demanda sólo tiene la mitad de la culpa: el otro 50% son impuestos especiales que aplican todos los estados para recaudar en el consumo más fácil y cautivo. El litro de gasolina «super», por ejemplo, sale de las refinerías a sólo 0,51 euros el litro y el de gasóleo doméstico a 0,48, mientras que llegan al público a 1,07 y 0,66 euros, respectivamente. La diferencia es la recaudación de los gobiernos, IVA incluído. Ningún país europeo, todos con fuerte dependencia de las importaciones de petróleo, incluso Inglaterra con sus yacimientos del Mar del Norte, que marcan los precios de refencia del brent, se atreve a bajar los impuestos, so pretexto de frenar consumos, proteger el medio ambiente, no dañar la capa de ozono ni favorecer el cambio climático y demás etcéteras, que no pagan impuestos.