La Guardia Civil interroga a los islamistas detenidos en Burgos
Los servicios de Información de la Guardia Civil interrogaron ayer en dependencias policiales de Madrid durante todo el día a los seis supuestos terroristas islámicos detenidos el miércoles en Burgos, acusados de haber creado una red de captación de muyahidines por internet. Las pesquisas de los especialistas del instituto armado se centran en conocer los contactos que el grupo que lideraba el emir argelino Abdelkader Ayachine tenía con las células salafistas en el Magreb y en particular con el Grupo Islamista Combatiente Marroquí (GICM), autor de los atentados de mayo del 2003 en Casablanca. Aychine -informaron ayer fuentes de la investigación- mantenía relaciones con uno de los autores intelectuales de la masacre, Bouchaib Magheder, encarcelado en Marruecos y anterior gestor de la carnicería halal de la capital castellana que se había convertido en el centro neurálgico de la trama. La subdelegada del Gobierno de Burgos, Berta Tricio,aseguró ayer que sigue abierta la operación y subrayó que no se descartan nuevas detenciones. Análisis de documentación Berta Tricio, en una rueda de prensa y a preguntas de los periodistas, ha precisado que expertos de la Guardia Civil analizan la documentación y los equipos informáticos incautados tras la detención ayer de seis ciudadanos magrebíes que presuntamente formaban un grupo organizado y estable de apoyo a terroristas islamistas. Ayachine y su lugarteniente, el marroquí Wissan Lofti, utilizaban este comercio para contactar con inmigrantes argelinos de Burgos, a los que reclamaba el zacat (limosna islámica), que luego desviaba a las cárceles marroquíes y grupos yihadistas de ese país. Según Interior, esta célula se dedicaba también a otras labores ilegales: los detenidos mantenían reuniones clandestinas en las que, según Interior, «hacían proselitismo extremista y apología del terrorismo mediante la exaltación de las acciones y de líderes yihadistas»; adquirían, copiaban y distribuían propaganda islamista radical; y, sobre todo, hacían trabajo de captación y adoctrinamiento en internet para mandar adeptos a Afganistán e Irak. El reclutamiento de mártires y la captación de fondos se hacía a través de foros y chats restringidos de internet. En estos foros los detenidos se presentaban como los Ansar (seguidores).