El PP rechaza ahora la conspiración

La expectación es máxima. Hoy se da a conocer la sentencia más importante de la historia de la democracia española, sólo equiparable a la del 23-F. Un fallo judicial de enorme trascendencia jurídica, internacional y emocional, sobre todo para las víctimas, que también tendrá una lectura política. El Gobierno y el PSOE esperan con toda la artillería pesada preparada para lanzarse en tromba contra el PP y hacerle pagar la factura que consideran debe por haber alentado y suscrito con «mentiras» la llamada teoría de la conspiración, que esperan quede totalmente desacreditada con una condena contundente que no deje lugar a dudas. Por su parte, los hombres de Rajoy tienen dispuesta una férrea línea defensiva ante la que se les viene encima, basada en repetir que nunca la avalaron y en acusar a los socialistas de tener como único objetivo sacar rédito electoral de la matanza y no saber la verdad. En todo caso, Rajoy ha dado órdenes de que el partido responda con un «perfil bajo», con el objetivo de pasar página lo antes posible en un asunto que le perjudica de cara a las elecciones. Los principales dirigentes del PP se han esforzado durante los últimos días por desmarcarse de la teoría elaborada por un diario y una emisora afines. Comenzó Rajoy asegurando que siempre había dicho lo mismo sobre el atentado, «que hay que estar a lo que diga la Justicia y mirar al futuro». «Nunca me habrá oído hablar sobre la investigación», añadió. El lunes pasado fue Acebes quien afirmaba que el «PP nunca ha sido responsable ni ha mantenido esa teoría». Y ayer se sumó a ese tesis Zaplana, el que más crédito le dio. Es cierto que Rajoy tomó hace hace varios meses la decisión de apartar el 11-M de su agenda política. Pero las hemerotecas muestran que sí dudó de la autoría de los islamistas, avaló la colaboración de éstos con ETA y dio pábulo a algunas informaciones que apuntalaban la teoría conspirativa. Todavía el 13 de marzo del 2006 se hacía eco de una información de ese periódico que intentaba desacreditar el valor de la mochila de Vallecas como prueba de cargo, diciendo que «podría anular la investigación y el sumario». Dos días antes de que se iniciase el juicio seguía diciendo que no sabía si ETA había participado en los atentados y pidió que se siguiera investigando para que se supiera «toda la verdad». Además, el PP ha presentado más de 500 preguntas en el Congreso en las que suscribía las dudas de los supuestos «agujeros negros» que anteriormente había «revelado» el diario e insinuaba la participación etarra. Los populares, sobre todo los más cercanos a la teoría como Zaplana y Aguirre, esperan que la sentencia sea «abierta» y deje algún hueco para mantener que hay que seguir investigando tras el juicio y que los condenados no son los «autores intelectuales» de la matanza. En las hemerotecas El 10 de octubre del 2004 Mariano Rajoy aseguraba en la primera página de un diario nacional: «No me creo que los detenidos por el 11-M organizaran los atentados». Antes, el 20 de junio, afirmaba en el mismo medio, principal instigador de la teoría conspirativa: «No le quepa la más mínima duda de que al final el terrorismo islamista y el de ETA estarán relacionados en algún punto». PSOE, IU y ERC confían en que la sentencia por el peor atentado terrorista de la historia perpetrado en Europa dejará al descubierto las «mentiras» del Partido Popular y su utilización política de la matanza para atacar al Gobierno. Estos grupos políticos esperan que el establecimiento de la verdad judicial de carpetazo a la teoría de la conspiración, alentada por algunos «populares» para sembrar dudas sobre la vinculación de ETA y los socialistas con el 11-M. El portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, señaló que «todo el mundo sabe lo que ha hecho el PP» en relación con el 11-M. Recordó, en ese sentido, que en esta legislatura los populares registraron «centenares» de iniciativas parlamentarias que acreditan su interés por sacar provecho de los asesinatos. Desde el día de la masacre «el PP ha ido por un lado y las investigaciones por otro, pero el Estado de derecho pone a cada uno en su sitio», resaltó el dirigente socialista. Tras el fallo, explicó, «cada uno tendrá que asumir la posición que ha mantenido» desde entonces. Llamazares señaló que «la primera» de esas mentiras fue la que los populares mantuvieron entre los días 11 y 14 de marzo de 2004 cuando mantuvieron la autoría de ETA. La lectura de la sentencia del 11-M hoy en www.diariodeleon.es