Cerrar

El murmullo de sus señorías

El debate de aprobación del Estatuto despertó escasa atención entre los diputados que aparecieron en bloque a la hora de votar

Publicado por
Pacho Rodríguez - madrid
León

Creado:

Actualizado:

La sesión comenzó a las cuatro de la tarde y eso no son horas ni para sus señorías. Los cinco leoneses, los diputados, fueron puntuales y se sentaron en sus escaños con la intención de escuchar a la vicepresidenta Fernández de la Vega, que comenzó su discurso con un murmullo de fondo que se mantuvo durante toda su intervención. Que si uno saludaba a otro, que si el móvil, que si me cambio de sitio¿ Baudilio Tomé se pasó toda la sesión, en cambio, como un diputado ejemplar pendiente de todas las intervenciones y sin moverse del sitio. Los nombres ilustres se hicieron de rogar, pero al final aparecieron. Federico Trillo y Javier Arenas, impecablemente vestidos, llegaron juntos y Ángel Acebes, bastante tiempo en su escaño, recibía una visita tras otra. Y al final, claro, bajó y desde un rincón habló largo y tendido con sus más estrechos colaboradores. De repente, Carmen Alborch. Llegaba protegida por su móvil. Juan Barranco tenía tertulia en la puerta y allí pasó bastante rato. Otros aparecían y desaparecían, como optó por hacer Juan Morano, que, siempre pendiente, anduvo de aquí para allá. En otro punto de la grada, en la tribuna de invitados Ángel Villalba, como Baudilio Tomé, mantuvo su posición hasta el final. Está claro, y es explicable, que no sería bueno que el diputado se pasara la legislatura pegado a su escaño. Ahí en el Congreso hay mucha labor. Hay hasta cafetería. Y hay que fumar. Y surge el temor: ¿Y si no llegan a la votación? Pero el Congreso, este Bernabéu de la democracia, es lo que tiene, que si se ponen a ello, te golean: 299 a favor, más tres abstenciones. Cero en contra.