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El saber, una receta para la salud

En la provincia de León hay cerca de 1.300 mayores de 65 años que asisten a centros de educación para personas adultas en las ciudades y en los pueblos. Casi el 90% son mujeres. Además, crece la demanda de plazas en la Universidad de la Experie

Una imagen de la clausura de un curso de educación de personas adultas de la Uned en San Andrés

León

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El saber no ocupa lugar, no tiene límite de edad y es recomendable para la salud y para retrasar los efectos del envejecimiento tal y como señalaron ayer en León las oenegés y especialistas que participaron en el foro de la sociedad civil sobre el envejecimiento previo a la Conferencia de la ONU. Las estadísticas sobre programas de educación de adultos en la provincia de León corroboran las inquietudes de las personas por la formación y el intercambio social. En la provincia una de cada cuatro personas que acuden a los centros de eduación de adultos de León tienen 65 o más años. Las personas de más edad son las principales demandantes de este tipo de formación, que se oferta tanto en las ciudades como en los pueblos a través de programas concertados con las administraciones locales y entidades sin ánimo de lucro. En concreto, la provincia leonesa tuvo el curso pasado un total de 4.408 personas matriculadas en los centros de educación de personas adultas, de las cuales 3.217 eran mujeres y 1.191 hombres. Las cifras de matriculación en estos programas aumentan a medida que aumenta la edad, de modo que el tramo más numeroso es el de personas de 65 años y más. Feminización El curso pasado estuvieron matriculadas 1.222 en la provincia de León en dicho tramo de edad, de las cuales 1.092 eran mujeres y 130 hombres, es decir, casi un 90% del alumnado es femenino. León es la segunda provincia de la comunidad con más alumnado en estos programas educativos después de Valladolid que tuvo el año pasado un total de 8.604 alumnos y alumnas, de los cuales 2.698 tenían 65 o más años. La programación incluye desde los niveles básicos de alfabetización a consolidación de conocimientos básicos, pero también se realiza una labor de integración en el medio social y cultural, especialmente en el medio rural donde los programas se diseñan de acuerdo con las necesidades de la población. A través de estas enseñanzas se divulga también la familiarización y el uso de las nuevas tecnologías entre las personas mayores. En el Centro de Educación de Personas Adultas Faustina Álvarez, de León, se cuenta desde 1999 con un programa específico para entrenamiento en el uso del ordenador y la navegación por Internet por el que han pasado al menos medio millar de personas, por citar a las que obtuvieron una titulación. El Aula Mentor tiene abierta la matrícula durante todo el año, excepto los meses de julio y agosto. Los cursos se realizan de manera individualizada de manera que cada persona puede empezar en cualquier momento y tiene una amplia disponibilidad horaria. Superar la brecha digital La «alfabetización digital» para personas mayores es otra de las iniciaticvas que se fomentan desde los centros de personas mayores y servicios sociales en general. La concejala de Servicios Sociales, Teresa Gutiérrez, destacó ayer en la clausura del encuentro que la «eliminación de la brecha digital» entre las personas mayores es una de las prioridades del Ayuntamiento de León.

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