Sólo siete de 103 denuncias por delitos ecológicos prosperaron en los jugados

Apenas media docena de las 103 denuncias presentadas en el bienio 2006-07 por delitos medioambientales prosperaron en los juzgados de León, según estadísticas de la fiscalía, que achaca tan baja proporción a la imposibilidad de identificar a los autores materiales de los hechos, a la falta de pruebas o a ambas cosas a la vez. De los 18 procedimientos abiertos sobre delitos contra flora y fauna, sólo uno está pendiente de sentencia -un grupo de personas que arrojó lejía al río para hacerse con unos pocos peces- mientras que los referidos a incendios forestales, 50 en total, están todos archivados, otros 25 contra recursos naturales, cuatro contra el patrimonio histórico y seis en urbanismo (menos uno) han corrido la misma suerte. Cinco siguen tramitándose y no tienen aún sentencia. La Audiencia Provincial ha llevado rirectamente 26 casos de presuntos delitos medioambientales, en tanto que el resto lo han sido por juzgados de instrucción de la capital de la provincia o de partidos judiciales en Villablino, Ponferrada, Astorga o Cistierna. Carpetazos A título de ejemplo, de los 18 casos por presunto delito contra flora y fauna cinco fueron cerrados por la audiencia a falta de reos y sólo uno está pendiente de sentencia (el de los pescadores con lejía). En los juzgados de instrucción de la capital hay siete casos más que no han salido adelante, uno en los de Ponferrada y, de los tres registrados en Villablino, sólo uno sigue adelante. En delitos contra el patrimonio histórico, que básicamente se refieren a obras que dañan edificios antiguos y, las más de las veces, sólo la fachada -a veces basta una simple «pintada»- se abrieron tres casos en Cistierna y uno en Astorga, todos cerrados antes de juicio. En presuntos delitos contra los recursos naturales, que suelen estar relacionados con canteras, escombreras, minas a cielo abierto, etcétera, los juzgados recibieron un total de veinticinco demandas, todas sin solución de continuidad en León, Ponferrada y Villablino. En cuanto a incendios forestales, casi medio centenar en el último bienio, todos quedaron también amnistiados por falta de autor identificado, según consta mayoritariamente en los distritos judiciales de Astorga y Ponferrada, donde también se quema el mayor volumen de masa forestal por simples razones de geografía. Alegría medioambiental Según el fiscal de asuntos de medio Ambiente de la Audiencia, Javier Gutiérrez, es dificil establecer una comparación entre la provincia leonesa y la media nacional sobre el número de delitos en materia de ecología, aunque se supone que tienen por qué ser más numerosos aquí que en otras provincias del interior: mayor superficie de suelo rural o arbolado, extensiones y especies animales a proteger, kilómetros de ríos, etcétera. Otra cosa es la costa, donde los problemas se trasladan a la contaminación de las playas o a las urbanizaciones salvajes que hoy hacen irreconocibles muchos pueblos ahora invadidos por la marea turística. En cualquier caso la ficula dela fiscalía para asuntos medioambientales es muy reciente y, ejercicio a ejercicio, resulta difícil realizar comparaciones sobre su eficacia, entre otras cosas porque cada territorio es un mundo. A la pregunta de si desde determinadas organizaciones ecologistas se denuncia con demasiada alegría supuestos delitos que sólo son infracciones administrativas o simples faltas que luego se engordan con argumentos políticos, el fiscal Gutierrez se limita a señalar que «este tipo de casos suelen quedar archivados aproximadamente un 50% de las veces, pero su mayor o menor número no preocupa, al menos de momento, en los juzgados porque, comparados con el grueso de las demandas del día a día, «no atascan nada». Otra cosa es la polvareda mediática que puedan levantar cuando se presentan algunos casos, pero sobre esto los fiscales prefieren no decir nada y reservarse su propia opinión. LOS CASOS POR DELITO MEDIOAMBIENTAL SE PIERDEN EN EL CAMINO POR FALTA DE HUELLAS ANTES DE LLEGAR AL JUZGADO Denuncias aceptadas En trámite o resueltas Menos de una décima parte acaban en penas de cárcel, porque ni siquiera hay reos