El policía manipulaba el artefacto para determinar por qué no estalló
Un ertzaina pierde cuatro dedos al examinar una bomba desactivada
Pérez Rubalcaba asegura que la banda pretendía causar una masacre con los dos artefactos
Un artificiero de la Ertzaintza perdió ayer cuatro dedos de la mano derecha al explotarle el detonador de una de las dos bombas desactivadas el domingo en Getxo. El policía manipulaba el sistema de ignición para determinar cuál había sido el error que había provocado que los dos artefactos que ETA colocó junto a los juzgados de la localidad vizcaína no estallarán. El agente deberá ser sometido a intervención quirúrgica, aunque no se teme por su vida. El accidente tuvo lugar a las 10.30 horas en la sede que los especialistas en desactivación de explosivos de la Ertzaintza tienen en la localidad vizcaína de Iurreta, a donde fueron trasladadas el domingo las dos bombas desactivadas en Getxo: el explosivo por un lado y los detonadores por otro. Por causas que se desconocen, uno de los detonadores estalló justo cuando uno de los agentes tenía el mecanismo en su mano derecha para ser estudiado por varios funcionarios. También se ignora por qué el artificiero manipuló sin protección alguna el aparato iniciador, que había fallado al activar la bomba de los juzgados, pero que todavía no había sido desactivado. La deflagración afectó de lleno al ertzaina, que fue evacuado en una ambulancia medicalizada al hospital de Cruces en Baracaldo. El parte médico confirmó que el agente presentaba «la amputación de cuatro dedos de la mano derecha a nivel de la falange proximal y fractura de huesos de carpo en la misma mano». Además, el policía sufrió la «amputación de tres pulpejos (parte superior de la palma) de dedos de la mano izquierda». El agente, que se encuentra «consciente y orientado, con situación hemodinámica normal», tendrá que ser intervenido en las próximas horas. Otro herido Otro ertzaina que le acompañaba en el estudio de las bombas sufrió un zumbido en el oído como consecuencia de la explosión, pero recibió el alta después de que los médicos certificaran que no sufrió lesiones. El detonador que provocó el accidente pertenecía una de las dos bombas con cinco y tres kilos de cloratita que ETA colocó el domingo ante la sede del juzgado de Getxo. El fallo en los mecanismos de ignición impidió que explotaran tanto la mochila-bomba abandonada por dos jóvenes en la puerta de acceso a la sede judicial, y de cuya existencia informaron a la policía vasca, como la bomba-trampa dirigida a la Ertzaintza y que los terroristas escondieron en una papelera próxima. A lo largo del día de sucedieron las condenas y las muestras de solidaridad con la Ertzaintza. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que ETA pretendía una «masacre» con la trampa de Getxo y se mostró seguro de que la banda quería «un asesinato indiscriminado». Según Pérez-Rubalcaba, sólo la «suerte» impidió que la segunda bomba afectara a varios policías autonómicos. «La banda buscaba un asesinato indiscriminado» ALFREDO PÉREZ RUBALCABA Ministro de Interior