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Escritor

«Es imposible que Zapatero se deje llevar por la ira o pierda el control»

El autor gallego presentó ayer al lado del presidente del Gobierno su libro «Madera de Zapatero», en el que el propio dirigente narra su vida junto a trece testimonios más

Publicado por
Emilio Gancedo - león
León

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Suso de Toro es uno de esos nombres imprescindibles de la cultura gallega y española contemporánea: escritor, guionista de cine y televisión, colaborador de radio y prensa, premio Nacional de Narrativa en 2003 por Trece campanadas -luego llevada a la gran pantalla-, su último proyecto ha sido retratar al presidente del Gobierno guiando su voz y la de trece personalidades más en Madera de Zapatero , libro que ayer presentó en Madrid junto al propio presidente. -¿Qué motivaciones concretas están detrás de la publicación de esta obra? -El libro surge del conocimiento personal que tengo del presidente: cuando era secretario general del PSOE hablamos un día con franqueza y naturalidad y me cayó muy bien, yo conocía a bastantes políticos y ninguno antes me había transmitido esa sensación de familiaridad. Por otro lado estaba la sintonía política que me unía con alguien que, creo, es radicalmente democrático. -¿Se trata sólo de sintonía? -Sí, porque no soy afiliado al partido socialista; pero es verdad que este presidente me causaba y me sigue causando mucha curiosidad. -Hoy, en las estanterías de cualquier librería o centro comercial, nos encontramos con libros tipo «100 personajes que hunden España»; una especie de una literatura catastrofista o apocalíptica... -La verdad es que sí, y contra toda esa serie de barbaridades y de falsedades que se han dicho y se han escrito sobre Zapatero va este libro. Yo le decía: «José Luis, tienes que ofrecer tu versión, la imagen de ti misma, además de explicarle a la gente algunos aspectos de tu política que son muy novedosos o que desconciertan a algunos». Él me decía «vale, vale», pero como no se ponía a ello, le dije: «Pues voy a hacerlo yo»; y me contestó: «De acuerdo, pásate un día por la Moncloa y hablamos». -¿Así de fácil? -Así fue. Me documenté, hablé con él, estuve en León y mantuve encuentros con su familia y otras personas hasta reunir trece testimonios de gente muy cercana a él como fueron los de su hermano Juan y su primo José Miguel, y de miembros del Gobierno y del PSOE como María Teresa Fernández de la Vega, José Blanco, Trinidad Jiménez, Pasqual Maragall, Carme Chacón, Emilio Pérez Touriño, José Andrés Torres Mora, Antonio Cuevas, Rogelio Blanco o Julián Lacalle. Cada uno de ellos va poniendo su contrapunto a las palabras del propio Rodríguez Zapatero; así, la mitad del libro está narrado por el presidente y la otra mitad, por las personas que mejor le conocen. -¿Cuál cree que ha sido el denominador común de todas esas entrevistas? -Suelen coincidir en retratar a una persona cariñosa, sensible y afectuosa, pero que mide mucho sus palabras, controla muchísimo su expresión. Él mismo dice que «se enfría». Lo vimos cuando el propio Rey perdió un poco el control con Chávez, en cambio, es casi imposible que Zapatero se deje llevar por la ira. -¿Aparece León en el libro? -Mucho, obviamente. Es más, el libro puede leerse como una historia. La historia de un muchacho que un día sale de casa y se enfrenta al mundo. Esa casa es León. Me dijo que cuando se retire volverá a León, y yo le comenté: «Claro, por eso has hecho mejorar la pista de aterrizaje del aeropuerto, no?». -¿Han pensado presentar el libro aquí? -El presidente sí que quiere. Iremos a presentarlo a Barcelona, Sevilla... pero también quiere darlo a conocer en su tierra. A ver si puede hacer un hueco en la agenda. -Hay quien dice que no barre nada para casa... -No me dio esa impresión en absoluto. Tiene muy presente a León y ha puesto en marcha proyectos de largo alcance para esa tierra. No se puede ser impaciente. -¿Cómo definiría su carácter? -Para mí, lo principal es que tiene una visión de la vida esperanzada. Sólo una persona con esperanza, que cree que los problemas se puede solucionar, puede solucionarlos de veras. Es voluntarioso, dueño de una energía singular, trabaja incansablemente y consigue cosas, es un hombre de acción. -En cambio... -Quizá un exceso de confianza, ya que aunque delega mucho en la gente y suele escucharlos a todos, luego, a la hora de tomar las decisiones, no depende de nadie. Comete errores pero rectifica, en eso tiene cintura política, aunque reconoce que nunca se ha arrepentido de nada. Sí se ha mostrado disgustado cuando las cosas le salen mal, como en el tema de ETA. -¿Cómo le ha visto de cara a las próximas elecciones generales? -Con una tranquilidad absoluta y muchas ganas de jugar la partida. -¿Qué caracteriza a esta etapa de la Historia de España en relación con otras? -La derecha está haciendo ruido, revolviendo el fondo y levantando bastante polvo; por eso hay mucha suciedad en suspensión que no deja ver bien las cosas. Cuando todo eso se aclare veremos que, en muchos aspectos, sobre todo en políticas sociales, estamos siendo un auténtico modelo para Europa. La imagen de Zapatero es una buena imagen para una España nueva y moderna, que avanza con naturalidad y autoconfianza.