«¡Es mejor que el de Madrid!», exclamó el Rey

Entre tonos y politonos en los móviles -a ritmo de regetón, rap, rock y hasta al son de la salsa- invitados, informadores y gráficos se intercambiaban, mientras esperaban a los Reyes, la famosa frase del monarca a Chávez «¿Por qué no te callas?». Un acontecimiento que casi pasó ya a un segundo plano ante la expectación de todos por comprobar el estado anímico de los monarcas en su primer acto público, tras darse a conocer el martes la separación de la Infanta Elena. Entre las cámaras, focos tan poco habituales en estos acontecimientos como los de «Caiga quien caiga» o «Aquí hay tomate», así como periodistas de todos los medios nacionales que traían la orden expresa desde Madrid de «ser la sombra de los Reyes» para transmitir el más mínimo gesto que pudiera delatar el sentimiento de Don Juan Carlos y Doña Sofía ante la noticia de la separación de los Duques de Lugo. Pero nada vislumbró en ningún momento detalle alguno al respecto en el rostro de los monarcas. Tan profesionales como siempre, saludaron a diestro y siniestro a todos los invitados, sonrieron sin parar y tuvieron palabras amables y cariñosas para cada uno. El ex presidente de la Junta, Juan José Lucas, fue de los pocos que aseguró percibir «la tristeza» del Rey. «No le encontré como otras veces». Sus Majestades llegaron a la plaza que da entrada a las nuevas Cortes, donde fueron vitoreados por cientos de personas que quisieron mostrarles su solidaridad en estos díficiles momentos para la Familia Real. Después de saludar uno por uno a los 83 procuradores llegó el momento estelar: la visita al hemiciclo. Nada más poner el pie el Rey exclamó con total naturalidad: «Es mejor que el de Madrid», lo que provocó las risas de todos. Con el presidente de las Cortes como guía, la Reina lanzó una batería de preguntas sobre el espacio, su diseño y materiales y quiso saber por qué dejaron el castillo de Fuensaldaña. «No cumplía con los requisitos de la Ley de Sedes», replicó Fernández Santiago sin meterse en más vericuetos. En el hemiciclo los Reyes también admiraron las nuevas tecnologías -los ordenadores de todos los puestos de procurador- y Don Juan Carlos llegó a comprobar hasta la calidad de los sillones. Contemplaron ensimismados el mosaico del siglo IV que preside el espacio. La visita siguió en distintas dependencias, donde saludaron a funcionarios. Firmaron en el libro de honor en el despacho de Herrera y llegó el turno de los discursos. La Casa Real no permitió que las alocuciones fueran en el hemiciclo, lo que sorprendió a todos, sobre todo, al comprobar que el lugar alternativo era el vestíbulo. Algún día la Zarzuela explicará los motivos.. Entre los invitados, los leoneses. Alcalde y ex alcalde, Fernández y Amilivia, se fundieron en un abrazo. Los procuradores de la UPL, ya casi en el autobús para la visita al centro cultural Miguel Delibes, decidieron bajar. «Nosotros no inauguramos cosas de Castilla», dijeron ante la estupefacción general. Villalba se mofó de la foto que apresuradamente colocó Fernández Santiago de él con Herrera en su despacho para que la viera el presidente. «Mañana seguro que ya no está». «El Rey me preguntó qué tal en mi nuevo cargo y yo le expresé mi admiración por su papel ante el presidente Chávez» MARIO AMILIVIA Presidente del Consultivo «¡Leonés así hay que hacer las cosas, mejor que el de aquí! me gritaron cuando entraba en las Cortes desde el público» FRANCISCO FERNÁNDEZ Alcalde de León «Entre tres no fuimos capaces de lograr que el alcalde de León se probara la medalla de procurador para ver qué sentía» ÁNGEL VILLALBA Portavoz del PSOE