Un grupo de cazadores halla muerta a la alemana desaparecida en Las Médulas

Un grupo de cuatro cazadores con seis perros, que estaban haciendo una batida de jabalí, localizaron hacia las cuatro y media de la tarde de ayer, en un barranco próximo al paraje de Las Médulas, el cuerpo sin vida de una mujer en avanzado estado de descomposición. A falta de la confirmación oficial de la autopsia, todos los indicios apuntan a que se trata de la turista alemana de 63 años, Edda Scheneider, desaparecida en las inmediaciones del lago Sumido hace ahora más de año y medio cuando estaba visitando la zona con su marido. Uno de los cazadores, Juvencio Rodríguez, fue el primero en percatarse de lo sucedido. Sus perros no paraban de husmear en el fondo de un precipicio de unos 15 metros, en una zona conocida por los lugareños como La Calear, a unos cuatro kilómetros de distancia del punto donde el marido de la turista alemana, Burkard Shneider, la vio por última vez. Juvencio bajó al fondo y rápidamente se dio cuenta de que era un cuerpo humano. Según pudo confirmar este diario, los restos humanos encontrados llevaban puestos un pantalón. También se apreciaba un sujetador, y a pocos metros más arriba del precipicio fue localizada igualmente una chaqueta. Además, en el lugar, el cuerpo no presentaba parte de las extremidades superiores y no se veía por ningún lugar el cráneo. Otro detalle que llamó la atención fue que el cuerpo presentaba en una de sus piernas como una especie de torniquete hecho con un cinturón. Juvencio decidió entonces dar aviso a sus otros tres compañeros de cacería y comunicado al servicio de emergencias del 112 de Castilla y León el hallazgo. Rápidamente se montó un dispositivo que llevó al lugar a varias patrullas del cuartel de la Guardia Civil de Puente de Domingo Flórez. Debido a las dificultades orográficas del terreno, fue necesario que los propios cazadores señalizaran el lugar con bolsas de plástico, puesto que el monte era de escobas y encinas y era muy fácil perderse. A eso de las siete de la tarde llegó al lugar del suceso, después de numerosas dificultades para acceder al punto del macabro hallazco, la médico forense, con un equipo de investigación judicial. Gracias a las marcas de plástico que dejaron atadas por las escobas y árboles los cazadores se pudo llegar más fácil al barranco. Una vez inspeccionado el lugar, la forense y demás investigadores salieron del precipicio y bajaron al pueblo de Médulas para que una funeraria llegase lo más cerca del cadáver, para recogerlo y sacarlo de allí. Pasadas las nueve de la noche de ayer aún no se había conseguido rescatar el cuerpo de la zona. La noticia corrió como la pólvora. En principio se cree que la mujer se desorientó y cogió un caminó de tierra, se hizo de noche y vio las luces en el otro lado de la montaña del pueblo de San Pedro de Trones (Puente), cayó por el precipicio y nadie la encontró hasta ayer.