La vía más recta
El impacto ambiental y las dificultades orográficas se ponen como obstáculo a hacer una autovía o una vía rápida entre León y Bragança, que se ignoran en otros proyectos de dudosa viabilidad
Como dijo el presidente Herrera el lunes en las Cortes, desde Puebla de Sanabria «estamos muy cerquita de Portugal», exactamente a dieceséis kilómetros. Y a veintiséis hasta Bragança. La cuestión es llegar desde León y La Bañeza a Puebla de Sanabria por una vía a la altura de las comunicaciones del siglo XXI y cómo salvar esos pocos kilómetros para entrar hacia la capital de Tras Os Montes. La Junta entiende que hay que mejorar la carretera entre La Bañeza y Puebla de Sanabria, pero prefiere que a Portugal se viaje desde León por Benavente y la autovía de las Rías Bajas, la A-52, que ha quedado desconectada del otro gran eje del noroeste, la A-6. Ahora bien, una puestos en Puebla de Sanabria, la comunicación moderna se corta y se estrangula el eje con Portugal más recto para el norte de la comunidad de Castilla y León. En todo caso, anotemos que por este camino llegar desde León a Bragança son 188 kilómetros. Se entiende menos aún que el alcalde de León, Francisco Fernández, prefiera ir a Bragança, por Benavente a Zamora y, desde aquí, por la N-122 y entrar por Quintanilha, al norte de Alcañices. Un recorrido de casi 250 kilómetros y todo porque, como es lógico, entre Zamora y Portugal se va a hacer una autovía que conecte, por fin, con la IP-4. Lógico, claro, para ir desde Zamora. Por el camino más recto, es decir, desde La Bañeza a Puebla de Sanabria la capital leonesa apenas dista 155 kilómetros de su «hermana» portuguesa, Bragança. Pero todo son peros e incluso «dificultades objetivas», como los llamó el presidente Herrera: el impacto ambiental y las dificultades orográficas se ponen como principal inconveniente, algo que ni se menciona al hablar de otra promesa como es la carretera La Espina-Ponferrada y su prolongación a Portugal. Hasta el PSOE se ha enzarzado en este acceso (fantasma) desde Ponferrada a Portugal (que podrá entrar a Portugal por autovía desde Orense) y se ha olvidado de la promesa que tan alegremente colocó en el renombrado Plan Oeste, bajo el apartado de «la nueva ruta occidental»: «Comunicaremos mediante vía rápida Bragança y Puebla de Sanabria con la transformación de la actual C-622». Ahora, dice Villalba, resulta que las vías rápidas son competencia de la comunidad autónoma y el Gobierno central se llama a andanas. Y en medio del descocierto quien se lleva el gato al agua, una vez más es la UPL. Su procurador, Joaquín Otero, se ha apuntado un tanto mientras el jefe del PSOE asistía en el Senado a la pantomima del Estatuto junto a Carriedo.