La voz de los sin voz
León se hizo notar en la Cámara Alta, pero lo hizo con acento canario, el del portavoz de CC, que incluso le dijo a Zapatero: «Nunca pensé que yo estaría aquí, ante usted, defendiendo al PSOE de León»
El leonesismo tiene acento canario. Alfredo Belda se llama. No se sabe si se presentará para liderar la UPL, pero un acuerdo de hace tiempo, según explicó Abel Pardo, y que se conoce como el pacto de Mallorca, permitió que se presentaran cinco enmiendas, desestimadas, en torno a León y sus aspiraciones autonómicas, comenzando por el reconocimiento dentro de la actual configuración de la autonomía de Castilla y León. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo vio en primera fila. Belda relató el enunciado de las cinco enmiendas y de repente cayó en la cuenta: «Quién me iba a decir a mi que iba a estar defendiendo al PSOE de León», se preguntó dirigiéndose a Rodríguez Zapatero. Alfredo Belda defendió el cable que le echaba a sus amigos de la UPL. Y Javier Chamorro, desde la tribuna de invitados, vio como sí surtió efecto aquel viaje de visita maratoniana a los portavoces del Senado. «Que se sustituya región europea por regiones europeas; que se diferencien las provincias leonesas de las del resto de la comunidad; que se organice la Autonomía en Reino de León y Castilla Norte; que se cree el Consejo Consultivo del Reino de León; y que se posibilite el procedimiento para que el pueblo leonés pueda decidir acceder a su autonomía». Todo eso se planteó y quedó desechado cuando el rodillo de populares y socialistas se puso en marcha. Para Abel Pardo, no obstante, la jornada le dejó un sabor agridulce aunque no contaba con el factor sorpresa ni para bien ni para mal. Pardo aseguró que «es un hito histórico que se haya reconocido la lengua leonesa en el Estatuto, que ya está reconocida en la Unesco». Y añadió: «Celebro el reconocimiento del leonés pero lamento que no sea en un estatuto del Reino de León». El capítulo leonesista sí contó con la suerte de que cuando fue expuesto en la tribuna de oradores, los pesos pesados, los Rajoy, Acebes, Caldera o el propio Zapatero, ya estaban en el hemiciclo. Y lo oyeron. Aunque fuera con acento canario, pese a que había unos cuantos leoneses por allí. Luego, los protagonistas silenciosos, los tres ediles de la UPL del Ayuntamiento de León, se fueron discretamente y en el ágape final no hubo más demostración de leonesismo que los platos de cecina que eran un visto y no visto a la salud de sus señorías.