Zapatero, entre «amigos y enemigos»
Salió José Luis Rodríguez Zapatero a la tribuna de oradores, miró al tendido, a la zona de invitados para ser exactos, y dijo: «Miro a esa tribuna y sólo veo amigos», en referencia a la nutrida representación de las instituciones y diversos sectores socioeconómicos de la región. Y desde la zona de los senadores populares alguien gritó: «¡Y enemigos!». Hubo risas. Y Zapatero, sin inmutarse, añadió: «Me satisface profundamente que sea así la gente de mi tierra. Sólo veo amigos». Y entonces hubo aplausos y hasta algunos de la bancada del PP. Zapatero quería ser así el presidente de todos. Y así para conquistar aún más a la concurrencia (Isabel Carrasco, que lo oyó desde la tribuna de invitados, hasta confesaba después que le había gustado el presidente) elogió a los presentes, «a la acción de los contemporáneos», dijo, a la hora de hacer posible este nuevo Estatuto.