El poeta refrenda su condición de leonés al recibir en un emotivo acto en el Ayuntamiento el título de Hijo Adoptivo de la ciudad
Antonio Gamoneda: «En Asturias nací a la vida; y en León, a la conciencia»
Después de 73 años de ininterrumpida residencia en León, el Ayuntamiento otorgaba ayer a Antonio Gamoneda el título de Hijo Adoptivo. El poeta, no obstante, dijo que en su ánimo ya estaba la condición leonesa desde hacía tiempo, aunque los padrones municipales le concedieran únicamente una legitimación residencial. «Mi amor a León, que está muy claro, se produce sin reducción del amor a Oviedo. En una nací a la vida; en la otra, a la conciencia». El salón de Plenos se llenó de amigos del poeta, que no quisieron perderse este «bautismo», que en realidad suponía saldar «una deuda» con el último Premio Cervantes, como aseguró el alcalde, Francisco Fernández, quien afirmó que «Gamoneda nos ha enseñado que se puede ser universal desde aquí». El acto lo abrió la concejala de Cultura, Evelia Fernández, citando unos versos de Descripción de la mentira para referirse a que era «un día digno de ser vivido». La concejala de Cultura, que repasó los sobrados méritos literarios del autor de Edad, aseguró que «es un día en que la dignidad se hace presente a través del reconocimiento de la ciudad». Es aquí, en León, añadió, «donde ha dado lo mejor de sí mismo». «Es un poeta que ha conocido el éxito, pero eso no le ha hecho ni más ni menos grande. Los leoneses, que conocemos su biografía, sabemos de su empeño en llegar no más lejos, sino más hondo», dijo el alcalde. «Gamoneda ha antepuesto la conciencia a la vanidad». No hacía falta relatar el historial de uno de los mejores poetas en lengua castellana del último medio siglo, pero quiso Francisco Fernández dejar claro que Gamoneda «merece el reconocimiento de la ciudad por su obra y por su vida». En nombre de los leoneses, el alcalde agradeció al poeta que siga viviendo aquí y que su vida sea un ejemplo de independencia. «Nos sentimos orgullosos de tenerle entre nosotros. Hoy, León te da las gracias porque agrandas la ciudad. Para León es un orgullo que nuestro paisano, desde la soledad, sea referente universal de las letras en castellano». El alcalde quiso interrumpir su discurso para que los asistentes oyesen una grabación del poeta del año 1979. Fueron palabras duras y sinceras, como su poesía. Tras recibir el título que le acredita como Hijo Adoptivo y una insignia que -cosas del directo- el primer teniente de alcalde, Javier Chamorro, no fue capaz de «clavarle» en la chaqueta, el autor de Libro del frío quiso sincerarse. «Tengo que mojarme» Lo dijo y lo hizo. La placa conmemorativa que una hora antes el Ayuntamiento había descubierto en su honor en el número 6 de la avenida Doctor Fléming -el número 4 de la carretera de Zamora cuando el llegó en 1934 a León- resultó absolutamente reveladora para el poeta. En esa lápida, que toma precisamente de su poemario Lápidas un verso terrible sobre las cuerdas de prisioneros, Gamoneda vio el reconocimiento de la ciudad no sólo a su persona, sino a aquellos hombres víctimas de la represión franquista que él veía pasar bajo su balcón hacia la cárcel de San Marcos. «Esa placa que ha colgado el Ayuntamiento es el primer testimonio presencial, físico y moral que existe en León y, probablemente, en toda España, de algo que, por otra parte, tiene relación con mi escritura. Mi trabajo poético se hizo a partir de unas situaciones y de una progresión biográfica en la que lo único abundante eran las carencias y el sufrimiento. La mayor parte de mi escritura está fundamentada en el sufrimiento. La poesía es una emanación de la vida; y mi vida ha sido también, históricamente, la de todos los leoneses, por no decir, todos los españoles. León a partir de 1936 fue una localización «privilegiada» para el ejercicio de la represión por los sublevados sobre los fieles al régimen legalmente establecido». «Habéis creado un testimonio tangible de conciencia histórica. Gracias por ello. Por eso mismo, mi amor por León -sin perjuicio de mi amor a Asturias-, es muy grande». Gamoneda no quiso añadir más en su breve pero contundente discurso, porque «en contra de mi costumbre y de mis propósitos, ando bordeando la emoción...». «Antonio Gamoneda nos ha enseñado que se puede ser universal desde aquí. Que desde cualquier ventana se puede ver el mundo» FRANCISCO FERNÁNDEZ, alcalde de León Frases de Gamoneda«Desde el balcón de mi casa todos los días veía pasar cuerdas de presos atados de tres en tres que iban camino de San Marcos. Nunca vi regresar a ninguno» «Mis primeros recuerdos de León se funden todos en uno: la convivencia, la vecindad con los leoneses del Crucero. Todos éramos un poco ferroviarios» «No soy hombre que se impresione por las demarcaciones administrativas. Por encima están los seres humanos -esos me interesan- y también los paisajes y las climatologías» «Mi amor a León, que está muy claro, se produce sin reducción a mi amor a Oviedo, porque para mí tienen importancia dos hechos: en una nací a la vida; y en la otra, a la conciencia» «La mayor parte de mi escritura está fundamentada en el sufrimiento. La poesía es una emanación de la vida; y mi vida ha sido también históricamente la de todos los leoneses» «Íntimamente me he sentido leonés desde hace muchos años. Ahora vosotros me habéis proporcionado realidad institucional y cívica a ese sentimiento mío de leonés»