Las familias de los militares fallecidos en el Yak-42 recurren el archivo

Las familias de los militares muertos en el accidente del Yak-42 recurrieron este viernes ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la decisión del juez instructor Fernando Grande-Marlaska de archivar la causa en la que fueron investigadas las falsas identificaciones de 30 cuerpos, que después fueron enterrados o incinerados donde no correspondía. Las familias denuncian que estos cuatro años de investigación han sido una «carrera de obstáculos permanente» que «conducen a la impunidad» de los denunciados. Los perjudicados manifiestan que en todo este tiempo «ninguna iniciativa útil a los fines de la investigación» ha sido adoptada de oficio por el instructor, que además denegó la práctica de la mayor parte de las pruebas por ellos solicitadas. Consideran que esas actuaciones, que habrían llevado a cabo los magistrados Teresa Palacios y su sustituto en el juzgado de instrucción Central 3, Fernando Grande-Marlaska, hicieron «inviable» el esclarecimiento de estos hechos y la extensión de las responsabilidades a otras personas contra las que también había «indicios de criminalidad». Responsables Entre esas personas estaría el general José Antonio Beltrán, nombrado por el ex ministro de Defensa Federico Trillo como responsable de las operaciones de rescate e identificación de los restos, contra quien el Ministerio Fiscal prefirió no formular acusación. Los afectados solicitaron también en su día, sin éxito, que el magistrado tomase declaración a Trillo, al ex secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménez-Ugarte, y a varios ex miembros de la cúpula militar con responsabilidades en el momento en que se produjo el siniestro. Las familias denuncian que al final de la etapa de Gobierno del PP el Ministerio de Defensa presionó por medio de Jiménez Ugarte a las autoridades de Turquía, el país donde se produjo el accidente, para que asumiese como propia la responsabilidad en el caos de las identificaciones. Apoyan esta denuncia en una entrevista concedida por el director del Insitituto Forense Turco, Keramettin Kurt, al principal diario de Turquía Kurt declaró que «vinieron a mí para librarse del escándalo, estaban metidos en un buen lío. Nos rogaron de este modo: fue un error, por favor firmad este papel para reconocer que el error es vuestro y nos quedaremos tranquilos»