Junto a Mariana Cores y Sacha Crisa al chelo, Cuco Pérez al acordeón y Luis Delgado, percusión
Amancio Prada y Juan Carlos Mestre convirtieron en gloria la poesía leonesa
Pusieron melodía y ritmo a versos de Gamoneda, Pereira, Crémer, Colinas y López Álvarez
![El público que llenaba el Auditorio aplaudió con entusiasmo a Amancio Prada y Juan Carlos Mestre](https://imagenes.diariodeleon.es/files/image_large/uploads/2024/01/21/65acab6912019.jpeg)
El público que llenaba el Auditorio aplaudió con entusiasmo a Amancio Prada y Juan Carlos Mestre
Pocas veces los leoneses han estado tan bien representados como con los versos de sus poetas, mecidos por la siempre cálida voz de Amancio Prada, poeta al fin y al cabo entre ellos. Patrocinado por Diario de León y apoyándose en la figura de nuestro premio Cervantes Antonio Gamoneda, se han dado cita durante tres días en la capital expertos y estudioso internacionales que han analizado el importante momento por el que pasa la lírica leonesa. Y una vez más se ha contado con la figura del poeta y cantor berciano Amancio Prada, arropado en esta ocasión por las imprescindibles violonchelistas Mariana Cores y Sacha Crisa, el gran acordeonista Cuco Pérez y el versátil Luis Delgado en la percusión y cuerdas. Junto a ellos, la poderosa y profunda voz de Juan Carlos Mestre, el poeta villafranquino que aportó a este magno acontecimiento el esplendor de su verso y la calidez de su voz de ébano. Presencias importantes como la del ministro del Defensa y leonés de pro José Antonio Alonso, que siguió con el máximo interés e incluso con emoción las canciones que el cantautor de Dehesas iba desgranando a golpe de guitarra ante un Auditorio a rebosar, en el que el silencio se enseñoreaba de todo, para poder atrapar sin perderse ni ripio, las notas y su voz, que anoche se oyó más estremecedora que nunca, jaleada por el calor y el cariño de sus paisanos leoneses. La poesía de Gamoneda no es fácil, y ponerle música requiere dominio del verso y sobre todo dominio de la técnica musical para tejer y destejer armonías ocultas. Acordeón y guitarra, voz y chelos, cuerdas y percusión, en un recorrido por nuestros autores más señeros, por las canciones de siempre y por todos los estratos del lirismo más depurado. Amancio Prada y Juan Carlos Mestre fundieron su voces en un continuo crescendo hacia la excelencia. Los chelos desgarrados de Sacha Crisan y Mariana Cores, el doliente acordeón del siempre admirado Cuco Pérez, inspirado, evocador y mágico, transformaron los poemas en un auténtico libro de horas. Difícilmente se podrá conseguir mejor conjunción de melodía, poesía y arte. Fue con los resplandecientes versos de nuestros poetas con los que la voz y la melodía del músico-poeta se encontró más identificada, más realizada, ya que, espontáneamente, como sin esfuerzo alguno, brotaron de su alma esos latigazos de amor haciendo que voz y guitarra confluyeran en latido de vida y en el lamento musical del instrumento. Sólo para degustadores La exaltación de nuestros poetas en un acontecimiento tan cálido y espontáneo concitó en el Auditorio a rostros conocidos del mundo de la música, la cultura, la política y en especial del periodismo, que se entremezclaban con los de sus fieles seguidores, otorgando a la sala sinfónica del edificio de Eras un aspecto entre congreso literario y concierto entre amigos. También es verdad que pocos artistas como Amancio convocan a su alrededor tanta expectación como sucede con él. Conoce muy bien los resortes del alma y hace partícipe de ese juego de complicidades a quien le escucha, bien cabalgando a lomos de la añoranza como del recuerdo, de la música o del decir del verso. Y con esa jovialidad que emana irremisiblemente de su persona y la cristalina trasparencia de su voz, recreó anoche todos los registros posibles que un cantor puede ofrecer a un auditorio entregado, sensible y culto. «Los poetas leoneses y yo mismo deberíamos vivir tantos años como Victoriano Crémer para que pudiera seguir poniendo música a sus poemas» «La primera voz que oí en mi vida fue la de mi madre, en realidad fue ella quien me enseñó a cantar, a mí y a todos mis hermanos» «Dedico 'La jaula en el pecho' a mi padre, es la canción que brotó en mí cuando él salía a despedirme a la estación de Ponferrada cuando yo marchaba a estudiar lejos» «Este concierto también está dedicado a mi hermano del alma Juan Carlos Mestre, que siempre ha compartido conmigo poesía y música» «Yo aprendía a leer con los versos de mi paisano Antonio Pereira» AMANCIO PRADA