Un centenar de ciudadanos critica que los actos no coincidieran con el horario propuesto por FEMP
Laguna: «Ya hacía tiempo que no nos recordaban el dolor que produce ésto»
Casi 500 personas responden a la convocatoria del Ayuntamiento de León en Ordoño II Test
El General Jefe de la Guardia Civil en Castilla y León, Pedro Laguna, manifestó su certeza de que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado conseguirán acabar con los terroristas: «Hacía tiempo ya que no recordábamos el dolor que producen estas cosas que, por desgracia nos ha tocado ya a varios componentes del cuerpo y hemos asistido a esta situación. Tener que volver a esto es triste, la verdad es que es muy triste». Laguna se pronunció en estos términos a la conclusión de la concentración de repulsa convocada por el Ayuntamiento de León, que se celebró a las 11.00 horas en la fachada principal de la nueva casa consistorial, con presencia de aproximadamente 500 personas, que guardaron cinco minutos de silencio para condenar el asesinato del agente de la Guardia Civil, cuya ascendencia data de la localidad leonesa de Grulleros. El alcalde de León, Francisco Fernández, expresó el pesar «de toda la ciudad de León a la Guardia Civil y a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, son lo más importante, no están solos y todos los partidos políticos estamos con ellos y unidos contra el terrorismo. A las víctimas les decimos que no están solos y que han dado su vida pero con todos los españoles detrás». Preguntado sobre la elección de la hora y la fecha para la concentración ante el Ayuntamiento de León, explicó que la convocatoria se llevó a cabo el mismo día en el que se cometió el atentado, incluso antes de conocer la procedencia del agente y fue prácticamente una de las primeras en todo el país y evidentemente previa a la decisión de la Federación Española de Municipios y Provincias. Protestas de la FEMP Una hora más tarde un centenar de personas se congregaron de nuevo a las puertas del Ayuntamiento, para secundar la propuesta de la FEMP. La ausencia de buena parte de los representantes institucionales, que ya habían acudido a la concentración anterior, provocó protestas y exclamaciones de indignación. Este grupo aducía que la convocatoria nacional se había hecho para las 12.00 y que el cambio obedecía a «razones de mala fe».