La prometida carretera hasta el límite con el Principado sigue siendo un camino de cabras

Llegaron, echaron un vistazo, se hicieron la foto para los periódicos y hasta hoy. Así de rápido se puede resumir el resultado de la visita que realizaron los principales responsables políticos de la Junta y la Diputación a los pueblos que mantienen el conflicto con Asturias por el puerto de Pinos. Después del evidente apoyo que el Principado mostró hacia Mieres cuando se inició el enfrentamiento, los cargos leoneses prometieron en la zona la inminente reforma de la carretera que sale del pueblo de Pinos hasta el límite provincial y autonómico con Asturias, en dirección Campomanes. La realidad es que hoy esta vía sigue convertida en un auténtico camino de cabras. Según ha podido saber este periódico, el consejero de Fomento, Antonio Silván, reiteró a las pedanías hace escasos días su compromiso de reformar la carretera y añadió que el asunto debe ponerlo en marcha la Delegación Territorial. Pese a todo, lo cierto es que el Plan Regional de Carreteras tan sólo prevé el ensanche de un tramo de dos kilómetros hasta el pueblo de Pinos, obviando cualquier intervención en los siete kilómetros de carretera que discurren hasta el puerto. El asfaltado de la vertiente asturiana está impecable. «La cosa está clara», dicen en Pinos.