«No hay técnicos y la inmigración se limita a pocos hindúes a través de Cáritas»
Las empresas leonesas de rehabilitación de edificios tienen la suficiente experiencia y campo de trabajo como para no precisar inmigrantes especialidos en sus plantillas del tipo de canteros o de vidrieros, aunque algunos de los que ahora trabajan aquí hayan vuelto de regreso de las catedrales de Francia o Alemania. Más bien y como en el resto del sector de construcción, la inmigración se limita al peonaje, aunque también en este caso hay algunas peculiaridades. «Tenemos, por ejemplo, bastantes hindúes que nos llegan a través de Cáritas, a la que, a su vez, le llegan a través de las misiones de la iglesia, monjas que traen a chicas de la India para trabajos de servir y que luego reclaman a los parientes por lo de la reunificación familiar y, como los obispados están entre nuestros mejores clientes, por decirlo así, al final esa inmigración termina contratándose entre nosotros». Según los empresarios, los trabajadores extranjeros nunca han dado problemas de integración a pesar del idioma, la cultura y la distancia de sus países de origen, limitándose a «trabajar y aprender a trabajar y, en cuanto a costumbres, «se adaptan enseguida, a saber si por la educación católica».