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Se buscan trabajadores con experiencia y un mínimo de cinco años de formación

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A. Núñez - león
León

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Las empresas dedicadas a la restauración de edificios históricos son reacias a hablar de nóminas y salarios, limitándose a asegurar que la alta cualificación de sus plantillas tiene una remuneración adecuada, «tal vez un 30% por encima de la media», según uno de los socios de Decolesa, Carlos Gutiérrez Ballesteros, «aunque es posible que otros trabajando a destajo ganen más en la construcción convencional». Cómo encontrar mano de obra no es fácil, ni siquiera en las escuelas taller o en los centros de formación profesional, así que cada empresario procura crear escuela. «Necesitamos aparejadores y consultar a ingenieros y arqueólogos, porque las tareas son complejas, pero a la vez canteros y todo tipo de profesionales que puedan manejar a la vez la madera, el yeso, la tierra, etcétera, si es posible todo al mismo tiempo, o sea lo que antes conocíamos como como el clásico maestro albañil de siempre». Cinco años Según Ballesteros, para formar a un profesional de este subsector se tarda no menos de cinco años, desde que empiezan como peón hasta que van aprendiendo los sucesivos trucos de un oficio que muchas veces utiliza técnicas ya en desuso. La paciencia se ve compensada con una estabilidad en el empleo nada común, de modo que quien entra en una empresa raramente la abandona «o, si lo hace, es para instalarse por su cuenta, pero no como rehabilitador, sino para dedicarse al ladrillo convencional como otro más porque piensa que va a ganar más dinero. El que se queda con nosotros sabe que esta actividad es, además, un aprendizaje continuo porque también cada obra que empiezas es distinta». La estabilidad en el empleo sólo se ve rota de vez en cuando por contratos en los que unas empresas se roban trabajadores a otras, algo que suele quedar en casa, porque es raro el que se va con una empresa de Burgos, Valladolid o Madrid cambiando un poco más de salario por menos calidad de vida «porque más lejos no va a llegar y hay muy poco donde elegir». «En León lo que sobra es trabajo para décadas, pero no dinero para recuperar tanto patrimonio» ANDRÉS VALDÉS, portavoz de Decolesa