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ETA cumple su amenaza en apenas 24 horas haciendo explotar entre dos y tres kilos de amonal

La falta de tiempo impidió evacuar a los vecinos del juzgado de Sestao

Las instituciones y los partidos, con la excepción de los abertzales, lanzan duras condenas

Tres vecinos observan los graves desperfectos ocasionados por la explosión de la bomba

Publicado por
Joseba García - madrid
León

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Las instituciones y los partidos políticos del País Vasco, con la habitual excepción de la izquierda abertzale, condenaron en términos muy duros el atentado con explosivos perpetrado por ETA de madrugada contra el Juzgado de Paz de la localidad vizcaína de Sestao. ETA cumplió su amenaza y sólo 24 horas después de comunicar su intención de cometer nuevos atentados hizo estallar a la una de la madrugada una bomba. La deflagración del explosivo, compuesto por un temporizador y entre dos y tres kilos de una sustancia no determinada, no provocó daños personales, pero sí importantes destrozos en el edificio, un inmueble de titularidad municipal recién reformado y que está ubicado junto al ayuntamiento, el frontón y la iglesia parroquial, en pleno centro de la villa. La bomba originó un socavón de más de dos metros de profundidad, rompió cristales, arrancó puertas y ventanas y provocó la caída de algunos techos. También rompió cristales en las viviendas próximas y provocó el pánico entre los vecinos, que se despertaron sobresaltados. El alcalde de Sestao, el socialista José Luís Marcos Merino, celebró que no hubiera daños personales y anunció que habilitará este mismo lunes otro local para prestar el servicio judicial a los ciudadanos de forma provisional. El regidor local resaltó que no hubo daños a personas porque la onda expansiva se dirigió contra el edificio del juzgado, y no hacia el exterior, una calle estrecha y rodeada de viviendas y locales de hostelería que a esa hora estaba abarrotada por cientos de personas. «Los que han puesto la bomba tenían que haber sido conscientes de que podían haber puesto en riesgo la vida de muchas personas», denunció. Una vecina señaló tras la explosión que su hijo «ha pasado junto al juzgado minutos antes». «No sé a dónde nos quieren llevar éstos», exclamó en referencia a los terroristas. Cuarenta minutos antes del estallido, un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA anunció la colocación el artefacto mediante una llamada a la asociación de ayuda en carretera DYA. El escaso margen de tiempo desaconsejó desalojar a los vecinos, por lo que la Ertzaintza instó a los residentes en inmuebles cercanos a refugiarse en las habitaciones interiores y más alejadas de la calle. La policía vasca rastreó después la zona con perros hasta las cinco de la mañana ante el temor de que hubiera un segundo artefacto-trampa. El consejero vasco de justicia, Joseba Azkarraga visitó la sede judicial atacada. Tras condenar la acción, señaló que supone «un salto cualitativo» porque «hasta ahora, los juzgados de paz habían sido atacados a través de la kale borroka, un tipo de violencia al que no hay que quitarle importancia, pero en este caso ha sido ETA con una bomba de una carga importante». Azkarraga, en un mensaje dirigido a la izquierda abertzale, denunció que «ya vale de silencios, no podemos estar callando ante este tipo de actuaciones».