Gobierno y partidos condenan un ataque que al gabinete de Ibarretxe le provoca «asco»
ETA revienta con cinco kilos de explosivo la sede del PSE de Balmaseda
Los efectos del atentado alcanzaron de lleno a numerosas viviendas, que fueron desalojadas
La banda terrorista ETA no respetó las fiestas de la Navidad e hizo estallar a última hora de la noche del 24 una bomba compuesta por 5 kilos de explosivo contra una de las dos casas del Pueblo que el PSE tiene en la localidad vizcaína de Balmaseda. Además de reventar la sede socialista, los efectos del atentado alcanzaron de lleno a numerosas viviendas. Catorce de ellas sufrieron daños de consideración y sus moradores tuvieron que pasar la Nochebuena y la Navidad fuera de sus residencias. Gobierno y partidos democráticos condenaron un ataque que al gabinete de Ibarretxe le provocó «asco». La izquierda aberzale guardó silencio. Un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA avisó a las 20.15 horas, en llamada telefónica al servicio de atención de emergencias SOS Deiak, de la colocación de una bomba en la sede del PSE en Balmaseda. El comunicante no especificó en cual de las dos casas del pueblo de la localidad había sido abandono el artefacto. Ante las dudas, la ertzainza desalojó los dos locales y a unos 30 de vecinos, y acordonó una amplia zona. Cuando hablaba el Rey A las 21.08 horas, en el momento en el que el Rey Juan Carlos pronunciaba su discurso navideño y apelaba a unidad contra el terrorismo, se produjo una fuerte explosión en la casa del pueblo ubicada en la Calle de la Estación que pudo ser escuchada a varios kilómetros de distancia, aunque muchas personas la confundieron con cohetes navideños. La consejería vasca de interior confirmó que el artefacto era similar al que estalló el pasado día 16 en los juzgados de paz de Sestao y contenía 5 kilos de un explosivo aún sin determinar con temporizador. La deflagración respetó la fachada de la sede socialista pero arrasó su interior. También reventó ventanas, cristales, persianas y mobiliario, desencajó puertas y provocó grietas y caída de techos en numerosas viviendas cercanas a la casa del pueblo. Una mujer fue atendida de una crisis nerviosa pero no hubo heridos. Ante el temor a que ETA pudiera haber colocado más artefactos, la ertzainza mantuvo el cordón policial durante toda la noche y no lo levantó hasta que terminó de peinar la zona afectada. Los daños sufridos en el interior de 16 viviendas obligaron al desalojo temporal de sus inquilinos. Sin tiempo a sentarse a disfrutar de la cena de Nochebuena, los cerca de 30 vecinos abandonaron su hogar con lo puesto y expresaron su «hartazgo» ante lo ocurrido. «No respetan ni la Navidad. Ha sido terrible. Podíamos haber muerto todos», dijo un vecino. Al lado, su mujer abrazaba a un hijo de corta edad y denunciaba que «sólo saben hacer daño. Han sido las navidades más tristes de mi vida y esto no se olvidará fácilmente». Su vuelta a casa dependerá del informe de habitabilidad que elaboren los técnicos. El ayuntamiento, con el alcalde del PNV Joseba Zorrilla al frente, se puso en movimiento de inmediato y ofreció a los afectados pernoctar en un hotel. Los técnicos aprovecharon las primeras luces del día de Navidad para evaluar daños e intentar paliar con la mayor celeridad posible las consecuencia del ataque terrorista. Las víctimas directas buscaron el cobijo de familiares y amigos en un intento de amortiguar el dolor en fiestas señaladas. La Casa del Pueblo objeto del atentado fue visitada por decenas de vecinos que, en corros, se felicitaban por la «suerte» de no lamentar «más daños que los materiales». Hasta el lugar se acercaron el presidente del PNV, Iñigo Urkullu y el portavoz del PSE, Rodolfo Ares. El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, se ha preguntado cómo es posible olvidar a las familias guipuzcoanas que estos días >echan especialmente de menos a un miembro en prisión «y a las que un nudo en la garganta les impide cantar el 'Ator, ator mutil etxera» (Ven, ven chico a casa). Uriarte se ha referido de esta manera a los reclusos vascos en la homilía que pronunció durante la misa de Navidad que tuvo lugar en la catedral donostiarra del Buen Pastor. El prelado guipuzcoano se cuestionó si es posible «pasar estos días hogareños del deber que tenemos de hacer cuanto esté en nuestra mano por las familias que han sido víctimas de terribles asesinatos que nos avergüenzan a todos». «¿Cómo no llorar con los que han perdido un hijo en un accidente de carretera? ¿Cómo no ofrecer los servicios adecuados a las familias que sufren por una separación conflictiva? o ¿Cómo olvidar a las centenares de familias guipuzcoanas que echan especialmente de menos a un miembro en prisión y a las que un nudo en la garganta les ha impedido cantar en la mesa navideña el Ator, ator, mutil etxera», ha agregado Uriarte en alusión a una canción típica vasca. Tras recordar también a las personas que en Nochebuena cenaron en «soledad» ante un «frío televisor», Uriarte ha recalcado que una «Navidad sentimental o consumista» no es una «Navidad cristiana» ya que ésta debe ser «solidaria». «Es bueno que la mesa navideña esté mejor surtida y que nuestro zapato sea visitado por algún regalo», pero «sería vergonzoso que en ese presupuesto extraordinario no figurara una partida generosa para los más necesitados», ha añadido Uriarte. Ha opinado, por último, que las «vivencias que despierta en nosotros el nacimiento de Jesús constituyen una sinfonía de muchos acordes» entre los que figura «la admiración, la alegría, la contemplación, la esperanza» y, especialmente, «la ternura y la solidaridad». Por otra parte, la Ertzainta detuvo ayear en Ibarra (Guipúzcoa) a una persona al ser sorprendida cuando realizaba pintadas en favor de ETA. Según ha informado un portavoz del departamento vasco de Interior, el arresto se ha producido a las siete y diez de la mañana en la citada localidad guipuzcoana, enmarcada en la comarca de Tolosaldea. El detenido por ensalzar a la banda terrorista es un varón de 33 años, ha precisado la misma fuente. El secretario de Comunicación de Eusko Alkartasuna, Mikel Irujo, consideró que las bombas de ETA «obstaculizan la posible construcción nacional de Euskal Herria».