Las derivas prosoberanistas las achaca al momento electoral
El presidente aseguró que su método de trabajo se sustenta en el diálogo, pero alegó que el afán de entendimiento no puede conducir al bloqueo si quien está enfrente no se muestra igual de abierto. «Tengo la sensación de la que inmensa mayoría de los ciudadanos no sienten que el PP haya estado en esa tónica», apuntó. Sí lo han estado, a su juicio, el resto de formaciones del arco parlamentario. Las mismas a las que agradeció el poder ofrecer este viernes, desde el Palacio de La Moncloa, un análisis triunfalista de la legislatura sustentado en las promesas cumplidas y en las buenas cifras macroeconómicas. Su mención especial no fue, sin embargo, para quienes apoyaron su investidura -Izquierda Unida y Esquerra Republicana de Catalunya-, sino para los nacionalistas del PNV y CiU, lo que da una idea de a quienes desea tener como aliados principales caso de no cumplir con su objetivo de obtener el 9 de marzo «una mayoría más amplia» que la actual. Rodríguez Zapatero restó importancia a la deriva prosoberanista de ambas formaciones. La achacó a la proximidad de las elecciones y al hecho de que los convergentes están en la oposición en el parlamento autonómico. Pero insistió en que, desde la «perspectiva del Estado», es preciso mantener un «diálogo razonable» con ellos. En el caso del PNV, admitió que necesitará un tiempo para evaluar la gestión de su nuevo presidente, Iñigo Urkullu, y determinar si es posible mantener con él la «relación positiva» lograda con su antecesor, Josu Jon Imaz, aunque se mostró optimista al respecto. El aborto, sin cambios Zapatero, considera que no hay razones suficientes que avalen una reforma de la Ley del Aborto ni tampoco el consenso social oportuno para ello, lo que no quiere decir que no se vayan a dar esas condiciones en el futuro. El presidente cree que no hay razones suficientes que avalen esa reforma de la ley «a día de hoy».