El presidente busca transmitir la idea de que apoya a los autores de los «éxitos» de la legislatura
Zapatero mantendrá a los ministros clave si logra un segundo mandato
Magdalena Álvarez y Moratinos son los que tienen más complicada la continuidad
Rodríguez Zapatero construirá su futuro Gobierno, en caso de ganar las elecciones, sobre los mismos pilares sobre los que ahora descansa. El jefe del Ejecutivo está satisfecho con el engranaje del núcleo duro de su gabinete, formado por los dos vicepresidentes, a quienes ya ha confirmado en el cargo ante su eventual reelección el próximo 9 de marzo; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el de Defensa, José Antonio Alonso. Fuentes gubernamentales aseguran que el presidente hará pocos cambios en el equipo actual, pero hacen una salvedad: el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y la de la responsable de Fomento, Magdalena Álvarez. El presidente ha decidido que no se pronunciará al respecto hasta que llegue el momento. «Primero vamos a ganar; ya habrá tiempo para reflexionar sobre eso», replicó el pasado viernes ante las preguntas sobre si tiene intención de cambiar la estructura de su gabinete y crear una vicepresidencia específica para la lucha contra el cambio climático. En principio, no habrá pues más designaciones previas, pero todo depende de las necesidades electorales. Fue ese el motivo, según fuentes del gabinete socialista, de que anunciara que el ministro de Economía, Pedro Solbes, repetirá en el cargo. «A Zapatero -insisten en La Moncloa- le interesa transmitir la idea de que el equipo que ha tenido una legislatura de éxito continuará». Solbes aporta confianza El caso de Solbes era el más paradigmático porque, a ojos de los más veteranos socialistas, es la otra cara de la moneda del presidente y su presencia en el Gobierno aporta algo que «nadie más» podría conseguir: serenidad y confianza no sólo en los sectores empresariales, sino también a esa parte del electorado de izquierdas que se muestra receloso ante el nuevo panorama de incertidumbres económicas. La ratificación de Fernández de la Vega fue, de acuerdo a las mismas fuentes, una consecuencia sobrevenida de aquel anuncio. Pero también sirvió al secretario general socialista para contrarrestar los efectos de esa imagen de improvisador que ha cosechado hasta en su propio partido. La vicepresidenta primera es vista en muchos sectores como la verdaderea apagafuegos de este Gobierno, es la ministra mejor valorada según los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas y supone la garantía de que una mano de hierro seguirá preparando cada miércoles los Consejos de Ministros.