«Hay más pluralismo y menos compromiso»

La Iglesia católica atribuye el descenso de matrimonios religiosos en la provincia a los cambios vividos en la sociedad española. «Hemos pasado de una sociedad no pluralista, que tenía determinadas formas de vida como oficiales, a un mayor pluralismo en todos los ámbitos», subraya el notario de curia del Obispado de León, Graciano Santamarta, para quien también es importante, al analizar el auge del matrimonio civil, el hecho de que las parejas lleguen al matrimonio «con menos compromiso; la gente ya no se casa para siempre», apostilla. «Falta el rescoldo de la fe que da vida a ese compromiso», indica el notario de curia. La Iglesia católica reconoce la separación temporal y definitiva y la nulidad en casos excepcionales, pero no admite el divorcio. «La gente puede divorciarse y seguir dentro de la Iglesia, pero naturalmente no se pueden volver a casar por la Iglesia salvo en los casos de nulidad», agregó el notario episcopal. Para evitar que el matrimonio religioso quede reducido a una ceremonia social, la jerarquía católica obliga a las parejas a seguir cursos prematrimoniales que se imparten en las diferentes parroquias por personas expertas en derecho, medicina y enseñanza. «No es una chaparrada de la Iglesia, la gente lo agradece mucho porque se clarifican muchas ideas y se dan cuenta de que su contrato tiene una trascendencia también ante la sociedad», precisa Santamarta. El notario de curia añade que la trivialización del sacramento «es algo que nos preocupa e intentamos concienciar a los católicos desde la catequesis de lo que significa el sacramento. Los cursillos prematrimoniales despejan las dificultades y contribuye a que el matrimonio sea un hecho responsable y que más allá del hecho social sea los cimientos para edificar la casa del futuro». Otro de los fenómenos nuevos a que se enfrenta la notaría de curia es la autorización de matrimonios mixtos entre personas bautizadas en diferentes religiones y los que se quieren celebrar entre personas bautizadas y no bautizadas, de disparidad de cultos. Esta tendencia viene pareja al aumento de la población inmigrante en España y también en León. En estos casos es necesario acudir al gobierno de la Diócesis para solicitar la dispensa correspondiente y poder celebrar los matrimonios. A lo largo de los últimos años la Iglesia también ha modificado el ritual del matrimonio para adaptarlo a la realidad actual y ya no se pide fidelidad exclusivamente a la mujer. «Es menos formulista y más realista. Lo que se busca es que participen ellos mismos y que el sacerdote actúa como un testigo cualificado de la celebración». En cuanto a las causas de las nulidades matrimoniales están especificadas de manera concreta la impotencia y la consanguinidad en determinados grados, pero, según el notario de curia, se pueden alegar otros motivos, incluída la violencia en la pareja, para solicitar la anulación del matrimonio canónico. En la práctica son muy escasas las demandas de nulidad.