El centro de salud de Sahagún comienza a tratar a los niños como medida preventiva

Fueron muchos los vecinos de Sahagún que ayer decidieron acudir con sus hijos hasta el centro de salud de la villa una vez que se conoció la fatal noticia de la muerte de la niña de 16 meses, vecina de la localidad, tras sufrir una meningitis meningocócica del tipo B que se cobró la vida de la pequeña de manera fulminante. En menos de 24 horas desde su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de León, a donde fue derivada desde el centro de salud de la villa facundina, la enfermedad meningítica se cobró una vida. Hasta el citado centro de salud se acercaron varios padres acompañados de sus pequeños para preguntar si era necesaria alguna medida preventiva con el fin de evitar un posible contagio de meningitis. Aunque fuentes del propio centro aseguraron que el contagio era prácticamente imposible, tomaron precauciones y proporcionaron un jarabe a los niños que se acercaron hasta allí como prevención en horario de 18.00 a 20.00 horas. Dosis de jarabe Por la entrada de urgencias del centro médico de Sahagún -la única abierta ayer, al tratarse de un día festivo- decenas de pequeños, vecinos de la localidad y alrededores, tomaron rumbo a la sala de espera para proceder a tomar su dosis de jarabe y poner fin a las especulaciones de un posible contagio de la enfermedad, ya que la pequeña fallecida había vivido con normalidad hasta la noche del sábado. Fue ese mismo día por la tarde cuando el bebé, cuyo nombre responde a las iniciales L.E.B. , acudió a presenciar la cabalgata de los Reyes Magos que se organizó en Sahagún, donde vivía con sus padres y otros muchos familiares. Hasta el día siguiente, su madre no encontró ningún síntoma que le llevase a sospechar que padecía meningitis, con lo que la pequeña desarrolló su vida con total normalidad hasta pocas horas antes de su muerte. «Antes de lo que sucedió ayer no hay nada que contar, porque echando la vista atrás todo es normal», explicaba ayer uno de los tíos de la menor. Precisamente esa rapidez en el progreso de la dolencia ha levantado cierta alarma entre los padres de otros niños. «Hasta un día antes de la muerte de la niña no hay nada que contar porque echando la vista atrás todo es normal» Tío de la pequeña fallecida