La policía tuvo que atender las llamadas al móvil del fallecido
El deber más negro. Cinco efectivos de la Policía Local de San Andrés se personaron en el lugar de los hechos para realizar las diligencias oportunas respecto al accidente. A la ya de por sí penosa tarea de tramitar una circunstancia de estas características, los efectivos policiales tuvieron que añadir desagradables circunstancias como la de atender llamadas al teléfono móvil del fallecido, que pese a la violencia del impacto, continuó funcionando después de haber perdido la vida el muchacho. Así, el jefe de la empresa para la que trabajaba el fallecido, llamó al muchacho para interesarse por cuestiones profesionales, cuando se encontró con la desagradable noticia de que quien le contestaba era un policía local que le comunicó la triste noticia y a la vez solicitó su colaboración para tratar de contactar con la familia del finado, con el objeto de establecer los trámites de rigor para estos casos. Protestas de los vecinos. Viandantes que se encontraban en la zona lamentaron especialmente lo ocurrido. «Es algo que se veía venir, porque en esta zona siempre hay accidentes y aunque hasta ahora no había pasado nada tan grave como esta vez, la verdad es que la señalización que hay en este cruce es bastante mala, y tendrían que hacer algo para arreglarla». Los trabajadores de las empresas cercanas se expresaron el términos similares.