Al campo leonés ya sólo le quedan 9.000 activos tras una nueva pérdida en el 2007

Asaja aporta números para prevenir de contagios de euforia a cualquier análisis que trate de aportar luz sobre la situación del campo. En su informe anual, el sindicato agrario leonés recuerda que el sector perdió más del 5% de sus activos a lo largo del 2007. Así son las cuentas: «A finales del 2007 el número de cotizantes en el régimen especial agrario de la Seguridad Social por cuenta propia era de 8.539 y en el régimen especial de autónomos cotizaba 1.366 en el epígrafe de agricultor o ganaderos. Así llegamos a los 9.950 profesionales del campo; que serían en realidad en León 9.235, al comprobar que 715 cotizantes están en situación de prejubilados tras acogerse al programa de cese anticipado», resumió José Antonio Turrado, secretario de Asaja, que recordó que, de nuevo, la caída de cotizantes y de actividad, ese 5,2%, es superior a la resta que se acumula en el resto del territorio nacional. «El Gobierno estima que la reducción de activos en el campo es del 3,5%», concretó Turrado, que no ocultó sus dudas sobre la realidad que se puede extraer de la Encuesta de Población Activa (EPA), que en el tercer trimestre del 2007 recogía un censo de 14.000 ocupados en la agricultura o ganadería leonesas. «Eso no cuadra en absoluto con el censo de cotizantes a la Seguridad Social, que en el mejor de los casos, en esa época del año, podía sobrepasar ligeramente los diez mil trabajadores si se suman autónomos, asalariados y prejubilados». Ese descenso de activos, refleja, según Turrado el dato de contrariedad que no abandona el campo, «y que fue enjugado -apuntó- por el incremento de afiliaciones al régimen agrario que corresponden a cónyuges o hijos de los titulares de explotaciones tras la reforma del sistema de cotización», destacó el dirigente agrario leonés. La revalorización del campo Asaja contrapone esta situación de descenso de efectivos ocupados en la actividad agraria con el giro que ha dado la consideración social hacia el campo. «Por fin, por primera vez, la gente pone los ojos en la agricultura ante los problemas de escasez, y se destierra esa idea de que el sector vivía de subvenciones, ala vez que se reconoce su función para generar alimentos. Por primera vez hay sentido productivo, ya que no sobra nada de lo que se cultiva», enfatizó el líder de la Asociación de Jóvenes Agricultores en León, que relacionó esta inversión con el repunte de precios y la tendencia alcista de la cotización de los productos agropecuarios. Así, figura en la relación del informe anual de Asaja la cotización de cereales y oleaginosas -«que se espera creciente para la próxima campaña»- la del maíz, con especial importancia por su extensión como cultivo principal en la provincia leonesa, o los forrajes. Gasóleo y fertilizantes Situación de bonanza que contrasta también (otra vez la paradoja) con la subida de fertilizantes o combustibles. «El gasóleo, en 78 céntimos y los fertilizantes subieron un 135%», contrapuso Turrado para arrinconar, definitivamente, la euforia.