El refugio en el oro de patrimonios millonarios retrotrae a siglos atrás

El patrón oro y los depósitos de los bancos centrales como garantía de las monedas nacionales pasó a mejor vida con el dólar, aunque ahora vuelve como garante de patrimonios particulares millonarios, da igual la moneda de procedencia. A nivel mundial el fenómeno del repunte espectacular del oro es explicado por los analistas como consecuencia de factores globales, tales como que existen preocupaciones fundadas acerca de que la carestía de las materias primas, fundamentalmente el petróleo, desate un periodo prolongado de inflación, que arrastra, a su vez, hacia un encarecimiento de los alimentos, parajójicamente alimentado con la moda de los biocarburantes, y todo sobredemandado por los llamados países de economía emergente, como China o India, que por sí sólos suman más de un tercio de la población del planeta y reclaman su propia porción en la demanda del bienestar y el consumo global. En estas circustancias son frecuentes las caídas de las cotizaciones en bolsa, otro buen motivo para sacar el dinero y meterlo en el calcetín o debajo de la teja, pero ni siquiera en éste último caso está seguro, porque también la burbuja inmobiliaria se está desinflando mientras pinchan por todas partes las hipotecas basura. No se sabe lo que se está invirtiendo en oro en España y, aún en el supuesto de que lo supiera Hacienda, que controla los lingotes practicamente con un carnet de identidad cada uno, tampoco lo iba a decir, por lo menos hasta después de las elecciones. Hasta donde la memoria alcanza, un crecimiento en los precios y la demanda de oro, salvando naturalmente a los pobres, no tenía lugar desde los meses previos a la muerte de Franco, cuando también los lingotes corrían con una facilidad pasmosa y había pánico a que diera la vuelta la tortilla. Ahora estamos en democracia y acostumbrados al vuelta y vuelta de elecciones cada poco, pero no es igual para quien se ha hecho de oro con el ladrillo. Aquí puede que no toque. Pero sólo las hipotecas basura de Estados Unidos y su deuda externa equivalen a todo el valor del oro en acaparado en el mundo. Exactamente, 4,5 billones de dólares. Aquí todavía nos apañamos. No hay nada más miedoso que el dinero y la cotización al alza del oro es el primer síntoma de que la economía no va bien La burbuja inmobiliaria da miedo a los nuevos inversores y a los que ya se han enriquecido con ella, así que vuelve el oro