El noroeste necesita algo más que un plan

león Si hay veces que una imagen vale más que mil palabras aquí abajo tenemos la muestra. La franja de provincias amarillas con la que se representa la pérdida de población en el último padrón de habitantes de España se agrupa en torno a un área geográfica muy concreta: el noroeste interior al que se suman las costeras Lugo y Asturias. Castilla y León, Galicia y Extremadura son las tres comunidades que se tienen que interrogar sobre este fenómeno, pero, desde luego, el Gobierno central debe tomar buena nota para atajar las causas que producen esta situación. Para la demografía un año es poco tiempo como intervalo de análisis, es cierto. En la provincia de León se tocó fondo, demográficamente hablando, en el año 2004 cuando se alcanzó la cifra de 492.720 habitantes. Durante el 2005 y el 2006 se experimentaron sendos aumentos en el padrón provincial, aunque sin llegar a superar la barrera, más que psicológica, de los 500.000 residentes. El padrón del 2007 ha supuesto un revés a esa tendencia de mejoría que se experimentaba en las cifras de población. Así que los responsables políticos han de emplearse a fondo para mejorar las condiciones que faciliten la fijación de población en estas provincias que, seguramente, necesitan algo más que un plan.