«Cuando consigues los papeles puedes vivir como un español»

«Nadie quiere recordar lo malo», advierte el nigeriano Eddies Edobor ahora que, después de innumerables intentos y años, ha conseguido regularizar su situación y la de su familia acogiéndose al arraigo social, un derecho reconocido por la ley de extranjería a aquellos sin papeles que acreditan, entre otras exigencias, una permanencia continuada de tres años en España. Su situación es ahora buena. No se queja. Vive con su mujer y sus dos hijos, Henry y Harry, de cinco años y cuatro meses de edad, en un modesto piso de un barrio periférico de la capital leonesa. Trabaja como peón en la construcción -«a final de mes algo tiene que entrar en mi cuenta», bromea- y dice haber dejado atrás «el miedo» que le ha acompañado desde que partió de Marruecos en patera hacia España, un viaje inolvidable del que prefiere no hablar. Miedo durante años. «La sensación que tengo ahora es la de un ser libre. Cuando consigues los papeles, el carné de residencia, ya puedes vivir como un español». Desde que partió de su ciudad natal (Benin City, en el sur de Nigeria), donde trabajaba con su familia en las plataformas petrolíferas, ha hecho prácticamente de todo. Trabajó cuatro años en Marruecos, entre otros oficios de zapatero. Pero su destino era España. «Es un país que tiene corazón para los extranjeros». Ya aquí, estuvo en Valencia buscando trabajo, «y nada»; en Barcelona, «nada tampoco»; en Madrid, «nada», y en Andalucía, «nada de nada». De momento no se le pasa por la cabeza volver a su país, si acaso de visita. Y si hay una costumbre española que haya interiorizado rápidamente ésa es el juego de la lotería. «Me puede tocar, por qué no. Juego a todo, a la bonoloto, a la quiniela...». Ahora le gustaría poder votar para que ZP ganase las elecciones.