Diario de León

Asalariados y pensionistas percibirán el dinero mes a mes en las nóminas y no en un pago único

Zapatero aclara que sólo pagará los 400 euros hasta la reforma del IRPF

Bono alaba que se haya «abandonado la teoría del odio político a los que más tienen»

MANUEL H. DE LEON

MANUEL H. DE LEON

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P. de Las Heras - madrid
León

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Ni se pagará de una sola tacada ni se repetirá cada año. La devolución de los 400 euros que José Luis Rodríguez Zapatero ha prometido a los trece millones de declarantes del IRPF se hará efectiva mes a mes en las nóminas de los asalariados y en las pagas de los pensionistas. Unos y otros verán cómo las retenciones que se les aplicaban hasta ahora disminuyen. «No es nada más complicado que eso», apuntó, dos días después de que el presidente del Gobierno lanzara su oferta estrella, el vicepresidente económico, Pedro Solbes. El propio jefe del Ejecutivo matizó también el alcance de la medida y explicó que se mantendrá hasta que, «en su caso», se aborde una nueva reforma del IRPF. Rodríguez Zapatero aseguró que, mientras tanto, la reducción en las retenciones tendrá «vocación de permanencia». La palabra no estaba escogida al azar. Los socialistas intentan evitar que la iniciativa, pensada para incentivar el consumo, se interprete como un parche frente a la coyuntura económica o, lo que es lo mismo, como el reconocimiento de una crisis que el Ejecutivo ha negado y niega con insistencia. De ahí que Solbes pusiera todo empeño en aclarar que no se trata de una reacción ante «problemas específicos», sino de una medida más del programa electoral socialista. En todo caso, y según la explicación ofrecida por el presidente en los Desayunos de TVE, tendría un carácter meramente transitorio. Si el PSOE gana las elecciones adecuará los tramos de la tarifa del impuesto a fin de «conseguir una mejora de equidad en el tratamiento de los distintos grupos de renta». Así consta, al menos, en el programa electoral aprobado este fin de semana, en el que también se compromete a abundar en su política de reducción del IRPF. La reforma fiscal aprobada en esta legislatura redujo de cinco a cuatro los tramos de renta e hizo descender del 45% al 43% el tipo máximo. En la práctica supuso que las rentas altas paguen menos impuestos, pero también que pasara de 3.400 a 9.000 euros el mínimo exento de declaración. Con los 400 euros que Rodríguez Zapatero se ha comprometido a deducir en la cuota de este año si llega a La Moncloa quedarán libres de declaración quienes perciben una renta anual de entre 11.000 y 12.000 euros, o 22.000 euros en el caso de quienes tienen cónyuge a cargo. Solbes cifró en 1,6 millones -300.000 de ellos pensionistas y el resto asalariados- el número de personas afectadas. Según sus cálculos, además, como la medida no entrará en vigor hasta junio, la retención en las nóminas de ese mes se reducirá en 200 euros y los 200 restantes se irían descontando de las retenciones mensuales hasta diciembre. Zapatero defendió que esta inyección, de la que quedan fuera los trabajadores autónomos, servirá para generar crecimiento económico y permitirá crear 100.000 empleos. El esfuerzo explicativo del Gobierno, sin embargo, tampoco logró acallar hoy las críticas del resto de formaciones políticas. El coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, tildó de «esperpéntico» que se «regalen» 5.000 millones de euros (el coste de la medida). «Es como si se propone una cura de adelgazamiento a un país que es anémico social», recriminó. También CiU mantuvo su amenaza de denunciar al PSOE ante la Junta Electoral por un intento de compra de votos y el líder de la oposición subrayó que se trata de una «ocurrencia injusta» que trata igual a pobres y ricos. La respuesta a esta última crítica la ofreció el repescado José Bono, cabeza de lista del PSOE por Toledo. No negó que la propuesta dé el mismo trato a unos y otros ni hizo hincapié, como el resto de los dirigentes de su partido, en que proporcionalmente 400 euros son menos en la renta de un potentado que en la de una persona de renta baja. Simplemente alabó que su partido haya dado un paso adelante y haya «abandonado definitivamente la teoría del odio político a los que más tienen». El presidente del Yemen, Alí Abdulá Saleh, comunicó ayer al Rey y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que conmutará la condena a muerte que pesa en su país sobre el ciudadano español de origen sirio Nabil Manaki, paso previo a una futura extradición a España. Según fuentes del Ejecutivo, Saleh ha aprovechado el almuerzo que le han ofrecido los Reyes en el Palacio Real para informar de su decisión a la delegación española y Zapatero le ha agradecido este anuncio. Manaki fue condenado a muerte en Yemen por acciones terroristas tras ser detenido en 1997. | efe

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