León da refugio a 28 colombianos perseguidos por la guerrilla

El éxodo provocado por las guerras, los regímenes autoritarios, la persecución y el miedo hicieron necesaria la protección de 61 refugiados en León durante el año 2007, una cifra sensiblemente menor que el año anterior, cuando el servicio de acogida temporal de Accem -asociación al servicio de los inmigrantes y los refugiados- atendió a 78 desplazados en una situación de especial vulnerabilidad. El hostigamiento y las amenazas en los países latinoamericanos han disparado las solicitudes de asilo por parte de sus ciudadanos, principalmente colombianos perseguidos por la guerrilla (28), que representan la mitad de los extranjeros que solicitaron este estatus ante la Oficina de Asilo y Refugio. «Refugiado es la persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o no quiera acogerse a la protección de dicho país; también son refugiados aquellos que no puedan o no quieran regresar a éste por los motivos anteriores», es la definición de refugiado que asume la Convención de Ginebra (1951) y que describe con rigor la situación de todos los beneficiarios del programa de Accem. «Hay gran cantidad de refugiados acogidos por países pobres que apenas pueden ofrecerles protección, sobre todo porque muchos de ellos permanecen en zonas o países cercanos al suyo», explica la responsable de esta entidad en León, Encarna García. Sin recursos Accem acogió a los 61 inmigrantes a través de su programa dirigido a solicitantres de asilo que manifiestan carecer de recursos para poder vivir de manera autónoma en España. El año pasado, además de los beneficiarios ordinarios, también se acogió a personas que estaban pendientes de que su solicitud fuera admitida a trámite, lo que se tradujo en un perfil de usuario mayoritariamente masculino (65,6%). Asimismo, el 60% de los extranjeros tenían menos de 18 años. Principalmente llegaron solos -15 de 61- o son progenitores con sus hijos, una gran parte de ellos con más de cuatro descendientes. Procedieron de 14 países, aunque sobresalen los súbditos colombianos, armenios, guatemaltecos, marfileños, iranís, marroquíes, nigerianos y de Sri Lanka. Entre otras acciones desarrolladas con ellos, los integrantes de Accem les han ubicado en esta sociedad a través de encuentros para conocimiento del entorno. Se les ha informado de la situación legal de los extranjeros en España, tanto la general como la relativa al asilo. Todos los beneficiarios han participado en talleres de preformación laboral y varios de ellos han seguido cursos de capacitación profesional del Ecyl, Ildefe, Cáritas y otras instituciones. Mayores y menores, en clase También se ha escolarizado a todos los menores, salvo un caso, en el que el menor tiene dificultades y su solicitud no ha sido admitida a trámite. Además, todos los adultos no hispanohablantes han acudido a clases de español para extranjeros y se les ha conseguido la tarjeta sanitaria. Para entrar en el programa de acogida temporal, cada caso es analizado de manera individual, teniendo en cuenta las características de cada usuario o unidad familiar. Accem proporciona a los beneficiarios una atención integral para su insercción social efectiva en la comunidad de acogida. La asociación propicia alojamiento y manutención a las familias, que cuentan además con ayudas económicas para que los residentes costeen necesidades como el vestido, la comida o el transporte. Según el convenio establecido con la Dirección General de la Integración de los Inmigrantes, entidad financiadora del recurso, que depende del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, las 22 plazas de acogida que gestiona Accem en cuatro viviendas pueden destinarse tanto a refugiados como a solicitantes de asilo, así como a personas con otras formas de protección y a inmigrantes cuyas circunstancias personales les sitúen en riesgo de exclusión social. En el caso de solicitantes de asilo y refugiados, la Unidad de Trabajo Social de la Oficina de Asilo y Refugio deriva a los usuarios a los centros de acogida de Accem, aunque esta entidad tiene también capacidad para proponer ingresos en el Centro de Acogida a Refugiados. Los responsables recuerdan que en determinadas situaciones ni siquiera el ser refugiado es una garantía de seguridad. El 70% de los refugiados permanece en zonas o países cercanos al suyo con la esperanza de volver cuanto antes. Países que en muchos casos se ven superados por la afluencia de personas a las que no pueden proporcionar protección o cuya situación es muy similar a la que se vive en el país de procedencia de las personas que buscan refugio. «No es la primera vez que resaltamos la situación de Darfur o Iraq y la triste realidad es que debemos seguir insistiendo en ello. Los ataques sobre campos de refugiados y desplazados en Palestina, Líbano, Sudán o Chad son inadmisibles desde cualquier punto de vista, pero aún más desde el punto de vista humanitario». Accem defiende que los países de la Unión Europea deberían asegurar el acceso al derecho a solicitar asilo en su territorio, puesto que está garantizado por la legislación internacional. «Pero si la persona que busca refugio no logra acceder al lugar donde se le puede proporcionar, jamás podrá hacer uso de dicho derecho».