Zapatero recurrirá a González para poder asegurarse el voto «felipista»

El PSOE ha detectado que entre su electorado de más edad hay cierta resistencia a votar a José Luis Rodríguez Zapatero y ha recurrido a Felipe González para recuperar electores de esa franja que se inclinan por cambiar de sufragio o abstenerse el 9 de marzo. El ex presidente del Gobierno tendrá, por tanto, una cargada agenda en la campaña socialista e intervendrá en diez o doce actos, uno de ellos junto al actual inquilino de La Moncloa el 16 de febrero. El debate territorial y el diálogo con ETA para buscar un final dialogado de la violencia son asuntos de difícil comprensión para los votantes tradicionalmente felipistas. Fuentes socialistas admiten que buena parte de sus simpatizantes de esta franja de edad se caracterizan por tener unos planteamientos jacobinos en los que tienen difícil encaje las reformas de los estatutos de autonomía y el proceso de paz que impulsó José Luis Rodríguez Zapatero. La dirección del partido gubernamental y sus expertos electorales así lo han constatado y han echado mano de un valor político seguro para este sector de su electorado: Felipe González. Mientras, en la introducción del programa electoral del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero un balance de sus cuatro años al frente del Gobierno en el que omite el intento de acabar con la violencia de ETA. En ocho apretados folios, cargados de datos referidos a la tarea hecha y a los compromisos venideros, no menciona el proceso de paz ni tampoco alude a una posible reedición del diálogo con los terroristas en el futuro. El arqueo del jefe del Ejecutivo de su mandato no incluye la operación que le hizo gastar mayores energías y que supuso su mayor fracaso político: las conversaciones con ETA para terminar con la violencia. Rodríguez Zapatero ignora los 15 meses de alto el fuego y los contactos mantenidos con los emisarios de los terroristas. La única alusión a la lucha antiterrorista se concentra en un párrafo en el que reitera «el compromiso» de «eliminar o reducir al máximo la violencia terrorista». Una tarea, agrega, en «la que aún seremos más fuertes y eficaces sin contamos para ello con la actitud leal y constructiva de la oposición», como hizo el PSOE cuando estaba en esa misma situación.