La Junta aún no ha puesto en marcha planes para aplicar las leyes de igualdad y violencia de género en la educación
Más de 1.500 estudiantes aprenden en León a prevenir la violencia machista
Adavas imparte cursos a adolescentes en 30 institutos de secundaria de la provincia
«La prevención y la sensibilización en el ámbito educativo sobre violencia de género es una obligación de las instituciones según las nuevas leyes» CARMEN CARLÓN, presidenta de Adavas en León Más de 1.500 jóvenes y adolescentes que estudian en centros de secundaria de la provincia de León reciben cada año formación para prevenir la violencia de género y sexual. Pero no se trata de una iniciativa oficial, como cabría esperar del mandato que establecen las leyes contra la violencia hacia a las mujeres y de igualdad de oportunidades. Es un programa que la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia de Género y Doméstica (Adavas) puso en marcha hace diez años con carácter experimental, pues, como señala su presidenta, Carmen Carlón, «la prevención es la única forma de erradicar la violencia de género a largo plazo». El programa es demandado cada curso por 30 institutos y centros de educación secundaria, algunos de los cuales lo imparten a varios grupos de alumnos y alumnas. En total, se desarrollan unos 50 talleres a lo largo de todo el año. En los primeros años, fueron los centros públicos los únicos en responder a la oferta de Adavas, pero últimamente se han incorporado varios centros privados concertados. La iniciativa ha tenido eco en la provincia de Zamora, ya que los institutos de Benavente también solicitan participar en el programa de prevención de Adavas. El programa, que apenas recibe apoyo oficial, se ha adelantado una década a lo previsto en las leyes contra la violencia de género y de igualdad de oportunidades aprobadas durante la última legislatura por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La ley de medidas de protección integral contra la Violencia de Género, de diciembre de 2004, obliga al sistema educativo a incluir entre sus fines «la formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y de la igualdad entre hombres y mujeres», así como «la formación para la prevención de conflictos y para la resolución pacífica de los mismos». El artículo 4 de esta ley indica, de manera más concreta, los objetivos a conseguir en cada etapa educativa para fomentar estos principios. Igualmente, la ley de Igualdad, de marzo del 2007, dedica tres artículos a las medidas de igualdad dentro del sistema educativo. En concreto, señala que las administraciones educativas «garantizarán un igual derecho a la educación de hombres y hombres» a través de la igualdad de trato y «evitando que por comportamientos sexistas o estereotipos sociales asociados se produzcan desigualdades entre hombres y mujeres». La integración del principio de igualdad se debe hacer también en los cursos de formación del profesorado y mediante la promoción de la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de control y de gobierno de los centros docentes. La revisión de los libros de texto para desterrar estereotipos sexistas y fomentar la visibilidad de las mujeres en la historia es otro de los mandatos de esta ley. La Junta de Castilla y León, con competencias en materia educativa, es la respomsable de la aplicación de estas leyes en la escuela.