Diario de León

El presidente portugués señala que uno de los retos de la UE será lograr, en 20 años, una «auténtica ciudadanía europea»

Cavaco ensalza la relación con España como garante de la cohesión territorial

Los Príncipes de Asturias presidieron el ingreso del jefe de estado luso en el Claustro de Doctores

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Nuria González - león
León

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El presidente de la República Portuguesa, Aníbal Antonio Cavaco Silva, ocupa desde ayer el número 43 en el cuadro de notables de la Universidad de León tras recibir el título de doctor honoris causa por la institución académica leonesa en un acto que estuvo presidido por sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el rector de la ULE, Ángel Penas, y el alcalde de León, Francisco Fernández. En su intervención, tras la investidura, Cavaco Silva realizó una reflexión sobre la importancia de la integración europea así como los nuevos retos a los que se enfrenta algo que, recalcó, «está en el centro de los intereses estratégicos de España y Portugal». De hecho, justificó que la historia reciente de ambos países está «íntimamente» vinculada la proceso de construcción europea y aseveró que será en este marco «donde podrán enfrentarse mejor a los retos del futuro». Para el presidente de la República Portuguesa es imprescindible que se genere entre los ciudadanos un sentimiento de pertenencia a la UE, que movilice a los europeos «en torno a causas que los unan y que los estimulen». Precisamente, uno de los retos estratégicos de la UE para los próximos 20 años es el de construir una auténtica ciudadanía europea. «Es necesario superar una imagen tecnocrática y mercantilista que aún domina la percepción que tiene el ciudadano de la UE; es necesario construir un fuerte sentido de pertenencia, generador de confianza, de iniciativa, de movilización» y abogó porque la UE funcione como una «comunidad». Además, reconoció que se «impone» que la UE se encuentre cada vez más anclada en los ciudadanos y no sólo en los estados. Ampliación de la UE Cavaco Silva hizo referencia también a otro de los retos estratégicos de la Unión, relacionado con la ampliación y la relación con sus vecinos más cercanos. «No debe de ser un club cerrado, reservado y defensivo», indicó aunque matizó que no es razonable prever que la integración europea pueda ampliarse del Atlántico a los Urales. Aseguró que para los estados que no formen parte de la Unión «se impone concebir un modelo de colaboración suficientemente fuerte y estable para garantizar una alianza duradera». Puso como ejemplo a Rusia «con quien la UE tiene que reforzar una consistente colaboración que no puede quedar a merced de vicisitudes de coyuntura y de intereses sectoriales». Para Cavaco Silva es «prioritario» el refuerzo de los lazos con el Mediterráneo. «Esta proximidad posee un valor que Europa tiene que saber cultivar, por razones de seguridad, económicas, sociales y de seguridad», manifestó el presidente luso. El tercer gran reto se refiere a la política externa de la UE. A este respecto señaló que se reconoce que Europa necesita dotarse de una capacidad reforzada para actuar en el plano internacional y frente a la economía global «debe evitar la tentación del proteccionismo». Cavaco Silva destacó el devenir tanto de España como de Portugal dentro de la UE. «Han ganado mucho con la adhesión pero también pueden contribuir mucho más al futuro de la integración europea», dijo. Al mismo tiempo aseveró que «su historia y su cultura los sitúa en una posición privilegiada para entender los retos de la globalización y para promover un franco diálogo y cooperación entre civilizaciones». Resaltó la importancia que tiene la integración europea «en época de incertidumbres, riesgos y amenazas» y aplaudió el Tratado de Lisboa que se firmó el pasado mes de diciembre bajo la presidencia del país luso como una «oportunidad» para que Europa alce los ojos hacia el horizonte del siglo XXI que tiene por delante. Tratado de Lisboa El presidente luso consideró que las reformas que contiene este documento tratan de «reforzar la base democrática, la transparencia y la eficacia de las instituciones, profundizar en nuevas políticas europeas y conferir una capacidad añadida a la UE para actuar en el plano externo». De hecho, confía en que el Tratado de Lisboa consagre valores como la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad y el estado de derecho que deben de convertirse «en la marca más característica y expresiva de la identidad europea». El jefe del estado portugués también afirmó que el Tratado de Lisboa refuerza los objetivos des desarrollo sostenible, del progreso social y de la defensa de la calidad del medio ambiente, el principio de solidaridad y la cohesión económica y territorial». Dejó claro que el Tratado de Lisboa no se limita a la reforma institucional sino que abre camino en la integración de cinco áreas cruciales: justicia y seguridad, defensa, política externa, medio ambiente y energía. «Estas áreas estarán en el centro de gravedad de la agenda europea en las próximas décadas y son la nueva generación de motores de la integración europea en este siglo», manifestó Cavaco Silva. El Tratado de Lisboa deberá ser ratificado por los 27 estados miembros de la UE para que pueda entrar en vigor el próximo año. «Será el instrumento efectivo de éxito de la integración europea», apostilló, ya que ayudará a la UE «a responder a los retos que tiene por delante». Dejó claro que no debe orientarse a conseguir resultados a corto plazo sino que tiene que construir una visión de futuro.

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