«Un programa de actos conjuntos de León 2010 nos permitirá dar a conocer lo que significa»

La típica loa de ensalzamiento de la figura del depositario de una distinción municipal se tornó en discurso de disposición para colaborar. «Hoy, cuando han pasado ochocientos años desde nuestra separación como hermanos, queremos simbolizar en el presidente el reconocimiento a todos los vínculos que nos unen y, desde aquí, animar a proyectos comunes y alianzas que nos permitan trabajar por el mismo camino», animó el alcalde, Francisco Fernández, al imponer la Medalla de Oro de la Ciudad a Aníbal Cavaco Silva. En la lista de intereses comunes, el regidor socialista informó al presidente portugués de que León reivindica «el pasado judío común con la preparación de itinerarios culturales que sigan más allá de la Raya», lo que debe servir para que «a través de la red europea de juderías, que ahora León preside, se sienten las bases en lo que une a ambos territorios». Como «ligazón», Fernández apuntó al «idioma», porque «el mirandés es una variante del leonés». «Nosotros queremos recuperar el conocimiento y uso de nuestra lengua, nuestros vocablos, términos que nos son comunes y que nos permitirían mantener una conversación con nuestros hermanos lusos del norte sin esa barrera que, también con el tiempo, nos hemos puesto en el lenguaje», concedió, abierto al desarrollo de programas que ahonden en la similitud de los dialectos y eviten su desaparición. Mostradas las bases, el alcalde avanzó que «la conmemoración del nacimiento del Reino de León, en el 2010, es sin duda una oportunidad única para pedir la colaboración y el apoyo del Gobierno portugués para hacer que la celebración de esta efeméride alcance relieve internacional», por medio del desarrollo de «un programa de actividades conjuntas que permitan dar a conocer esa fecha y lo que significa para tantos territorios».