El seguimiento en el País Vasco fue escaso a pesar de las coacciones
Detienen a 24 radicales en los incidentes de la huelga general
La izquierda radical fracasó ayer en su intento de paralizar la actividad en el País Vasco. Los ciudadanos dieron la espalda a la huelga general convocada en protesta por las medidas judiciales contra dirigentes de Batasuna, EHAK y ANV, que se saldó con 24 personas detenidas por la ertzaintza por protagonizar incidentes. Entre los arrestados figuran un concejal y dos policías municipales de la localidad guipuzcoana de Pasajes. El paro tuvo un seguimiento escaso en la industria, imperceptible en el comercio y hostelería, desigual en educación y testimonial en servicios, sanidad o administración pública. Según los datos del Gobierno vasco, la convocatoria fue secundada por 4.899 trabajadores, el 3,74 por ciento de empleados de la administración autonómica. La patronal vasca Confebask confirmó el fracaso de la huelga, que calificó de «fundamentalmente política, no laboral». Aunque eludió facilitar datos, el secretario general de la patronal, José Guillermo Zubia, subrayó que el seguimiento «ha sido muy escaso», forzado por incidentes en los accesos a ciudades y algunos polígonos industriales, y circunscrito esencialmente a algunas zonas de Guipúzcoa. El comercio fue el sector más afectado debido a la actuación de piquetes. Eso sí, la mayor parte de comerciantes que bajó la persiana por coacciones, la volvió a subir tras irse los grupos de presión. La jornada estuvo trufada de incidentes que arrancaron la noche anterior con la quema de un autobús urbano en Ondarroa (Vizcaya). La ertzaintza detuvo a 24 personas, 19 en Vizcaya y 5 en Guipúzcoa. Varios jóvenes se encadenaron a bidones rellenos de cemento en uno de los accesos a la capital vizcaína por carretera.