«Fraga, Cascos y Zapatero vienen a comprar aquí antes de echar la caña en el río»
La clientela de pescadores que cada año se acerca hasta la Cándana o La Vecilla para compras mosca ahoraga de pesca procede mayoritariamente de Madrid para arriba, como Galid,a el País Vasco, norte de Castilla y León, Guadalajara o Cataluña, algo tradicional si se tiene también en cuenta que se trata de las únicas regiones donde se da la trucha. Más recientemente y a remolque de la novedad del turismo rural de interior empiezan a afluír algunos pescadores andaluces, que dejan otro valor añadido, como alojamiento en casas rurales, demanda de guías para pescar en el río, comidas en restaurantes, etcétera. De paso suelen llevarse también algún libro de los muchos editados sobre los increíbles gallos de la zona y el ingreible brillo de su pluma para engañar a los peces, haciéndoles confundir una mosca artificial con un insecto de verdad. También recalan de cuando en cuando algunos extranjeros. Los clientes más famosos que se recuerdan en la ribera de La Vecilla son, sin embargo, casi todos políticos y relativamente vecinos. Como Manuel Fraga, el ex ministro asturiano Álvarez Cascos o, más recientemente, el presidente Rodríguez Zapatero, su padre o su hermano, que la visitan a menudo. Tanto que sus partidarios ironizan sobre ZP con un «Zapatero Pescador, en vez de Zapatero Presidente» en los bares y restaurantes del entorno. Sobre el éxito en el río pocos pican a la hora de exagerar, visto que el alcalde de Valdepiélago es del PP. Moscas y anzuelos aparte en el Curueño han conseguido atraer a tantos pescadores que, como no caben en el río, tienen que hacerlos derivar a menudo hacia parajes lejanos, incluso fuera de la provincia. Hay convenios, por ejemplo, para excursiones que acaban recalando en el Duerna alto o en el Órbigo, aguas arriba de La Bañeza o, incluso, en los Ancares lucenses, rayando en la frontera montañesa entre León y Galicia con ríos trucheros y paisajes parecidos al del Curueño.