Diario de León

La familia pudo fallecer asesinada el jueves porque nadie los vio más

Mata a su compañera y a sus dos hijos y se arroja desde el balcón

El autor del crimen era italiano y tenía una tienda de muebles de cocina en Tenerife

La familia vivía en un adosado en la urbanización Vesubio de Adeje, en la isla de Tenerife

La familia vivía en un adosado en la urbanización Vesubio de Adeje, en la isla de Tenerife

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José Moreno - tenerife
León

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La Guardia Civil cree que el hombre que mató a toda su familia y se suicidó en Adeje (Tenerife) pasó toda la madrugada del jueves en compañía de los cadáveres. El individuo se cortó las venas y arrojó al vacío desde un segundo piso tras matar a puñaladas a sus dos hijos de corta edad y a su pareja, de 43 años. Los hechos ocurrieron alrededor de las 21,30 horas, cuando una llamada alertó a los servicios de emergencia de que un hombre, de unos 48 años, yacía en el suelo tras haber caído desde el balcón de su casa. Al querer avisar a la familia de la defunción, se produjo el terrible hallazgo de los cuerpos, que aparecían tendidos en medios de abundantes manchas de sangre. Según fuentes de la investigación, es muy probable que la mujer y sus dos hijos llevasen muertos desde el jueves. No en vano, los pequeños no fueron a clase el viernes y nadie los vio desde la noche del día anterior. La identidad del suicida corresponde a Pascuale M.C., un italiano que tenía una tienda de muebles de cocina en Adeje. Su compañera sentimental era Ivonne J. R, quien trabajaba como telefonista del hotel Ocean Pacific. Los dos hijos de Pascuale e Ivonne tenía seis y ocho años. El presunto asesino, así como los menores y la mujer, vivían en un adosado de la urbanización Vesubio, situada en el barrio de Los Olivos. Un vecino avisó a los servicios de emergencia al ver un cuerpo exánime en la vía pública. El cadáver del supuesto homicida sólo llevaba puesto un albornoz y presentaba un traumatismo craneoencefálico grave. Tras ser identificado por un vecino, los agentes de la Guardia Civil se personaron en el domicilio de Pacuale M. C. y al no obtener respuesta decidieron entrar por el balcón abierto, en el que todavía hoy se ve un rastro de sangre. Los guardias civiles se encontraron con las paredes manchadas de sangre y los cuerpos sin vida de los niños y la mujer, que estaban tapados con sábanas y que aparecieron en distintas estancias de la vivienda.

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