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Zapatero, en la sede del Partido Popular

Decenas de simpatizantes y afiliados del PP leonés siguieron el debate junto a la candidatura y la dirección popular en medio de un ambiente de euforia por la intervención de Rajoy

Decenas de afiliados y simpatizantes del PP, ante la pantalla gigante de la sede popular

Publicado por
L. Urdiales - redacción
León

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En el PP de León hubo más ambiente que en cualquiera de los siempre concurridos establecimientos hosteleros situados en el entorno del edificio Europa, en Eras. Medio centenar de simpatizantes y afiliados de la formación hicieron del salón de actos de la sede popular una estancia contigua al plató donde se produjo el cara a cara entre Zapatero y Rajoy. Al pie de su líder, jalearon las intervenciones del candidato popular y, cuando hubo ocasión, reprocharon las intervenciones del aspirante socialista. «Ya ves, sólo habla de Aznar, parece que está obsesionado». «No sabe decir nada de lo que va a hacer, sólo se limita a contrarrestarnos». «Está noqueado, está como un flan». Con estas apreciaciones juzgaron los fieles del PP al contrincantes de su presidente, a pie de la pantalla. Los mensajes sobre Rajoy, por contra, rozaron el límite con la perfección en la valoración frente a la pantalla gigante de la sede popular. En la primera fila, la candidatura y la dirección del partido. También la presidenta, Isabel Carrasco, que eligió un expresión coloquial para resumir el sentir que bullía entre los espectadores de la estancia: «Rajoy 3, Zapatero, 0», situó a un espectador que se incorporó tarde a la retransmisión. Entonces ya estaban ventilados los temas de economía, política social y seguridad. Ahí se sucedieron los vítores para el presidente del PP. «Está muy seguro, está muy acertado, está muy bien», se sucedían los comentarios al intermedio del cara a cara. Lo chocante de la cita fue escuchar la voz del líder del PSOE colarse por los pasillos de la sede el PP a través de los altavoces. Aunque su mensaje encontró un eco nulo entre los fieles de la competencia política. Era de esperar. «Además habla de cosas que no sabe», censuraban sin parar los populares. La expectación entre los correligionarios del Partido Popular leonés contrastó con la escasa atención que prestaban los ciudadanos a pie de calle en los bares que a esa hora son reclamo del tapeo. La imagen de los televisores, que sábados, domingos y miércoles se dedica casi en exclusiva al fútbol, fue para los candidatos de los principales partidos políticos españoles. Pero su voz, su mensaje, en el mejor de los casos, acabó disuelto por la música ambiente, lejos de las barras, a otra cosa al filo de media noche.